Glorieta de Colón
Alejandro Lelo de Larrea
De esta foto, esto nos dice un experto en lenguaje corporal:
Una de las presidenciables: Claudia Sheinbaum expresa inseguridad, pues se le ve agarrada con fuerza del descansabrazo de la silla (aunque no es la presidencial), como si lo utilizara para no caerse.
Además, Sheinbaum está como escondida debajo de la mesa. Su cuerpo se ve tenso, al igual que su rostro, que pretende una sonrisa, evidentemente forzada.
Ella procura estar cerca del secretario de Gobernación, el tabasqueño Adán López, otro de los presidenciables que goza con la bendición del primer mandatario Andrés Manuel López Obrador. Gris como es, Adán López no dice mucho en su lenguaje corporal.
Del otro lado, Ricardo Monreal, aspirante presidencial que hasta hoy no tiene el beneplácito de López Obrador. Se aleja de la mesa, y genera la seguramente pretendida percepción de que él se cuece aparte de ellos. Muestra seguridad con la mano y el rostro serio.
Esa imagen fue de ayer en la Secretaría de Gobernación, una reunión promovida por Monreal y convocada por Adán López. Según ellos, la idea fue revisar la agenda legislativa de la Ciudad de México.
“Buscamos un ambiente de mayor camaradería”, fue el planteamiento del senador, a propósito de las diferencias que se han difundido existen entre él y Sheinbaum.
Los tres quieren estar en la boleta presidencial en 2024. Sheinbam y Adán López dependerán de la decisión de su jefe López Obrador.
Monreal no va a pedir permiso. Con la anuencia de AMLO, sin ésta; con Morena o sin Morena, estará en la boleta presidencial. Ni dudarlo. No tiene de otra. Es su última oportunidad.
Con todo y esta reunión, la relación entre ellos tres no habrá de mejorar, pues dicen que en la política son amigos hasta que ambos compiten por el mismo cargo. Es el caso.
Trato recíproco a Sheinbaum y AMLO
A propósito de que el pasado viernes López Obrador arrancó la virtual campaña de Claudia Sheinbaum al 2024 en Xochimilco, ayer le preguntamos a los alcaldes de la UNA-CDMX, si ellos asistirían a las giras del presidente en la capital, las cuales ira programando poco a poco como parte de la estrategia para apuntalar a la jefa de Gobierno.
La respuesta de la alcaldesa electa en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, fue muy interesantes: que el mismo trato que reciban lo darán al gobierno de la CDMX así como al primer mandatario. A ver si es cierto.
De lo que deben estar seguros los alcaldes, es que tendrán que cooperar con la logística de cualquier evento de virtual campaña de Sheinbaum que encabece el presidente López Obrador, aunque esté disfrazado de un acto de Gobierno.
La Presidencia de la República pide a todos los gobiernos estatales y municipales que visita López Obrador que se hagan cargo de los gastos de logística. El Gobierno federal no pone un centavo, acaso por eso es que logró disminuir de 4 mil millones de pesos el gasto anual de Palacio Nacional, a 800 millones. Pues sí, se los cargó a otros niveles de gobierno.
Semáforo verde, decisión política
Después de casi tres meses de haber vuelto al semáforo rojo en la CDMX (aunque la gente y el gobierno actuaban como si fuera verde), se prevé que el próximo viernes la capital del país regrese formalmente al verde. Según el titular de Gobierno Digital, Eduardo Clark, quien reconoció que estamos peor que en mayo y junio, pero aún así cambiarán.
“Si bien estamos en números más altos de los que llegamos a tener a finales de mayo o finales de junio, si estamos viendo mejoras día con día, vamos en una agenda buena y esto nos permite continuar con este proceso de reapertura gradual de las actividades”.
O sea, será una decisión política. A ver cuánto dura, porque se prevé una cuarta oleada de covid (ojalá no ocurra), que podría iniciar en noviembre.