CIUDAD DE MÉXICO, 30 de septiembre, (DAVID POLANCO / CDMX MAGACÍN).–Aunque la pandemia COVID-19 retrasó la entrega de nuevas viviendas en la capital como consecuencia de las medidas sanitarias, el 90% de los compradores mantuvo su proceso de adquisición, y sólo 10% pidió la devolución de su dinero para destinarlo a otra cosa, dijo el director general de Ingeniería y Construcciones RG, Horacio Rodríguez Gómez.
Explicó que conforme se transita hacia la fase de semáforo verde, y se retoman las actividades en la capital del país, la construcción retoma su ritmo.
En el caso de esta empresa, la mayoría de compradores en preventa comprendieron que se trató de situaciones ajenas a la compañía, e incluso, a pesar de haber algunas cancelaciones, no presentaron quejas o demandas por esta situación, porque se devolvió a los clientes lo que les correspondía.
La “mayoría de las personas entendieron el proceso y pocas fueron las que decidieron cancelar porque iban a destinar su dinero en otra cosa; en estos casos, se devolvió íntegra su inversión”, dijo el entrevistado.
Horacio Rodríguez destacó que, de acuerdo con el esquema de preventa que manejan junto con Desarrollo Ejecutivo BRAJ, los procesos están garantizados y si los clientes no quieren seguir, se les regresa su capital.
Aprovechó para decir que el objetivo es recuperar los tiempos de entrega en el menor plazo posible, en línea con lo plantado por la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en su Tercer Informe de Gobierno.
Con apego a las políticas de vivienda
Horacio Rodríguez aseguró que, en tanto la venta de vivienda nueva en la Ciudad de México tuvo una disminución del 50% en el número de unidades colocadas, los precios de los materiales continuaron al alza; esto se vio reflejado en los costos finales.
Vale decir que los departamentos que se construyen y se comercializan entre Ingeniería y Construcciones RG y Desarrollo Ejecutivo BRAJ son de interés social y se apegan a la política de vivienda incluyente del Gobierno de la Ciudad de México.
Las unidades tienen costos de alrededor de 650 mil pesos, con superficies de entre 53 y 54 metros cuadrados, con los estándares de construcción determinados por las autoridades capitalinas para ofrecer mayor seguridad a los capitalinos, ante fenómenos naturales como los sismos.