Para Contar
Arturo Zárate Vite
A la oposición se le puede descomponer el panorama en la Ciudad de México para las elecciones de 2024, por la sencilla razón que no se salva del impacto por el deterioro que sufre desde hace varias semanas el dirigente del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas.
Es uno de los partidos de la triada PRI-PAN-PRD que en las elecciones de 2021 contribuyó a recuperar terreno político en la CDMX. Ganó la mayoría de las alcaldías, 9 de 16, en contraste con sucedido tres años atrás, en 2018, cuando arrasó Morena en 11 alcaldías.
Se vislumbran nubarrones para la alianza opositora y el tiempo parecería que no les alcanzaría para evitarlos. El deterioro de imagen va a durar un año más, porque Moreno Cárdenas ha dicho que dejará la dirigencia en septiembre-octubre de 2023, cuando concluya su periodo, no antes como le han pedido militantes y ex líderes priístas.
Al menos que ocurra un milagro, la exhibición de los audios sobre el comportamiento de “Alito” para negociar y obtener dinero, no va a parar. La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, tiene la intención de minarlo hasta donde sea posible e incluso autoridades judiciales en su estado lo investigan por posible enriquecimiento ilícito.
Es obvio que la campaña daña a nivel nacional al tricolor y de paso a la triada, en especial en la Ciudad de México, donde la sociedad está más al tanto de lo que se dice en medios tradicionales, portales y redes sociales.
Un año más de ataques dejaría a opositores en desventaja, con el tiempo encima para revertir el descrédito, por lo que más de alguno de los integrantes de la triada, sobre todo el PAN, analizaría si le conviene seguir en esa alianza o emprender su propio camino para ganar alcaldías y la jefatura de gobierno en la CDMX.
Sería muy arriesgado esperar a que se vaya “Alito” con la ilusión de que su relevo tenga perfil fuera de serie como para recomponer en cuestión de semanas la imagen del partido.
Por si fuera poco, como le ocurre a nivel nacional para el caso de la candidatura presidencial, hasta ahora la triada no ha posicionado a nadie para que pueda dar la batalla por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México.
El que tiene mejores números, porque ha ganado ya dos veces su alcaldía, es Santiago Taboada en Benito Juárez, sin necesidad de competir aliado, solo con las siglas de Acción Nacional.
La alcaldía Benito Juárez se convirtió en bastión azul desde el 2000. La gente se casó con azules y no le importa quien sea el candidato, es una comunidad definida en su comportamiento electoral y no se ve que pronto vaya a cambiar.
También hay que tomar en cuenta que la alcaldía tiene alrededor de medio millón de habitantes y en la pasada elección, la de 2021, Taboada logró triunfar con el 60 por ciento de los votos.
Así que Acción Nacional podría mirar hacia dicho alcalde y apostar por su crecimiento electoral en toda la ciudad, porque ante la virulenta campaña contra “Alito”, las expectativas de la triada entraron a clima de incertidumbre y no están a salvo de caer con su mismo aliado tricolor.
Si se tardan en reaccionar, en ajustar su estrategia, de una vez que den por hecho que volverán a perder el gobierno de la Ciudad de México.
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