Ciudad de México, 09 Junio (CDMX MAGACÍN).—La empresa Kumon lleva a cabo una campaña en el Bajío y a nivel nacional para apoyar a emprendedores a invertir en educación ante una alta demanda de estudiantes que se vieron afectados por las clases en línea y requieren revertir el atraso escolar.
La franquicia Kumon es una de las más accesibles y de alto rentabilidad en México, destacó Hector Barrera, especialista en materia educativa y representante de franquicias de esta marca para la zona del bajío.
Dijo que la marca ha tomado fuerza porque es necesario fortalecer la educación desde los primeros años de escuela.
La demanda ha crecido debido a las afectaciones en el nivel escolar de miles de alumnos, y Kumon se especializa en clases extraescolares en matemáticas, lectura e inglés, como consecuencia de las clases via internet que no fueron aprovechadas por la mayoría de los alumnos
Si se arrastran deficiencias académicas eso puede generar que los estudiantes no alcancen el nivel universitario y con ello una merma a futuro de capital humano,
Dijo que la generación de capital humano que requieren las empresas de alta tecnología como la industria manufacturera, podría verse mermada en las próximas generaciones por el bajo nivel educativo de los estudiantes provocado por la pandemia.
La escasez de talento en general se dejará sentir en unos años más. Esto derivado de una base educativa deficiente que ha dejado consigo la pandemia y más aún que la demanda de más ingenieros y técnicos altamente cualificados será mucho más focalizada, y se intensificará en tanto sigue avanzado la industrialización y tecnología.
Hector Barrera recordó que tras la aplicación de exámenes de diagnóstico de Kumon en todo el país a niños de educación básica, el nivel académico retrocedió de tres a cuatro años en más del 70% de los analizados.
El mayor daño se observa en niños de primero de primaria, que es el grado escolar donde se dan las bases para la lectura “y prácticamente esos alumnos no aprendieron nada”.
Todo ello puede ocasionar ocasionará en un futuro que los estudiantes no quieran elegir carreras universitarias que tengan como base las matemáticas, como son las ingenieras y de tecnología, que son las que más demanda el sector industrial y muchas áreas productivas.