Glorieta de Colón
Clara Brugada, ya como jefa de Gobierno, acompañada por cientos de sus vecinos, se despidió este domingo de su casa que habitó por más de 30 años en la San Miguel Teotongo, Iztapalapa, esa misma de una extensión de 152 metros cuadrados que le costó en octubre de 1993 apenas 339 pesos, aunque ella lo ha negado, y ha dicho que ese monto lo pagó por la regularización de dicha propiedad. La casa es emblemática para ella también porque está relacionada con su lucha social, con su carrera política, desde los tiempos que llegó de Chiapas y posteriormente la conformación de su agrupación en 1984, la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata (UPREZ), que se dedicó en principio a conseguir viviendas ahí en la Sierra de Santa Catarina, Iztapalapa. En los días que regularizó su vivienda, Manuel Camacho Solís era regente del DDF y Marcelo Ebrard secretario de Gobierno, hoy titular de la Secretaría de Economía de Claudia Sheinbaum. Ambos también fueron clave –sobre todo Ebrard– para que se convirtiera en delegada de Iztapalapa en 2009, con el modelo “Juanito”. Su tema de viviendas populares va a continuar desde el GCDMX, y se ha planteado realizar 200 mil acciones, pero esta vez tendrá que ser sin la más mínima irregularidad ni en predios, ni construcciones, ni ventas. Nada.
En IECM, maltrato a no alineados
Vaya que la presidenta del Instituto Electoral de la Ciudad de México, Patricia Avendaño, no supera que cuando fueron consejeros Carolina del Ángel y Mauricio Huesca –terminaron el 30 de septiembre– nunca se alinearon a sus designios, alineados con la “4T”. Una diferencia en el trato: mientras en la toma de protesta de Brugada estuvo sentada con el otro consejero saliente, el que sí se alineó, Bernardo Valle, a Huesca ni siquiera le permitió la entrada al IECM el pasado miércoles, cuando acudió a hacer su entrega como consejero. De mucho nivel el cargo de Avendaño para dar esas instrucciones de quinta, y más cuando están a meses de quedarse sin chamba, porque van a desaparecer los organismos electorales locales. Así son.