Glorieta de Colón
El presidente del Poder Judicial de la Ciudad de México no la va a tener fácil el próximo año, pues además de que organizaciones feministas lo acusan de tolerar a jueces que incurren en una especie de complicidad de violencia vicaria, ahora resulta que impulsa para sucederlo en el cargo a Andrés Linares Carranza, Consejero de la Judicatura capitalina, quien cuando fue magistrado de la Quinta Sala Familiar del Poder Judicial del Distrito Federal, se ganó el anti premio “Garrote Público 2016” por la “sentencia más sexista”. En ese año, sentenció quitarle a Silvia, una mujer española, la guardia y custodia de su hijo, basándose en que “no cumplió su rol tradicional de madre”, y la mandó a tomar terapia para que, conforme a las costumbres de México, “acepte los roles tradicionales de género”, y que pueda “ofrecer a su hijo cariño y amor”, además de que “acierte” en la formación y educación del infante, cuyo padre es mexicano. El anti premio lo otorgó la organización internacional “Women’s Link Worldwide”. Lo etiquetaron como “machista”, y no se lo quita. ¿A poco la jefa de Gobierno y las mujeres en el Congreso capitalino van a designar a un magistrado machista para encabezar el Poder Judicial CDMX?.
Malas fuentes en la Cuauhtémoc
Aunque pareciera una nimiedad, evidencia la falta de conocimiento de su demarcación territorial. Resulta que la diputada de Morena, Leonor Gómez Otegui exhibió que la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo, a pesar de que pidió para 2025 un aumento presupuestario del 11% (2.5 veces más que la inflación 2024), no consideró la atención y mantenimiento de las 141 fuentes de agua que hay en la demarcación, pues la mayoría se encuentran en un estado de abandono, como las que hay en la Condesa, la Roma, Juárez, sólo por mencionar algunas. El problema de Rojo es que buena parte de su Gabinete –y ella misma– son advenedizos en la Cuauhtémoc: ni nacieron ahí, ni han vivido realmente en la demarcación.