Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
A diferencia del Congreso de la Ciudad de México y de la Cámara de Diputados, en el Senado de la República los panistas votaron con Morena la reforma constitucional que prohíbe la comercialización de los vapeadores y cigarros electrónicos, así como la venta y consumo de drogas sintéticas, con dedicatoria especial al fentanilo, excepto en su uso terapéutico legal.
Todo indica que esta postura de los senadores del PAN forma parte del proceso de construcción de un acuerdo entre el ex candidato presidencial panista, Ricardo Anaya, y el coordinador de los senadores de Morena, Adán López, a fin de que el tabasqueño interceda ante la presidenta Claudia Sheinbaum para que no haya una persecución judicial contra Jorge Romero, líder nacional del blanquiazul.
Puede interpretarse como el mensaje de Romero a Adán López: que el PAN no será una oposición destructiva y obstructiva, pues accedió a aprobar una enmienda cuyo principal interesado es el jefe del movimiento de la llamada “4T”, Andrés Manuel López Obrador.
La postura del PAN en el Senado alineada a Morena difiere de su voto en contra la semana pasada en la Cámara de Diputados, sobre la misma reforma a los artículos 4° y 5° de la Constitución.
Y también es distinta a la de los diputados del mismo PAN en el Congreso de la Ciudad de México, que votaron unánimemente en contra de esa reforma Constitucional. El argumento: no resuelve los graves problemas de salud y sólo dará pie a un mercado negro.
Ricardo Anaya es, como pocos, sensible al tema de enfrentar el poderío del presidente de la república en turno. A él ya le tocó y por eso tuvo que irse del país prácticamente todo el sexenio de López Obrador, quien lo quería en la cárcel, a pesar de que tras la elección Anaya le reconoció de inmediato su triunfo e intentó un acercamiento con el tabasqueño.
A principios de agosto de 2018, después de que le entregaron el Bando Solemne como presidente electo a López Obrador, invitó a su casa al ex candidato priísta, José Antonio Meade. Después de esa reunión, en un vuelo comercial de México a Ciudad Juárez, quien se perfilaba para ser secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero le dijo a López Obrador que lo había buscado Anaya para ver si también se reunía con él. La respuesta del tabasqueño fue dura y contundente: “A ése le voy a dar tiempo”. Esta historia no me la contaron, yo la escuché en primera persona, porque como reportero que cubría la fuente viajaba en el asiento delantero en ese avión. AMLO nunca se reunió con Anaya, aunque hay que decir que tampoco lo hizo durante todo su mandato con los presidentes en turno de partidos de oposición: PAN, PRI, PRD o MC.
No está claro cómo será ahora la historia entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el líder del PAN, Jorge Romero, si hay un eventual acuerdo entre Anaya y Adán López que suavice las cosas. Hace un mes que asumió el cargo, Romero lanzó un mensaje a la presidenta para sentarse a dialogar. Ella acusó recibo con tres mañaneras consecutivas descalificándolo. Lo llamó el “jefe del cartel inmobiliario”.
Ahora, Romero y liderazgos de su partido traen un discurso de unidad nacional y ofrecen todo su respaldo al gobierno de Sheinbaum, ante los embates que sin duda vendrán contra el país de parte de Donald Trump, desde su primer día de gobierno, el 20 de enero. ¿Ella sí cerrará filas con la oposición? Lo veremos.
FOTO: X / @PacoRamirezAcu
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