Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Si ya están fuera del presupuesto, ¿por qué debería permitirse que personas que no aportan nada a la vida democrática, que no enriquecen el quehacer político, vuelvan a vivir del erario?
Esa es la gran interrogante ahora que algunos de quienes se hacen llamar el “Frente Cívico Nacional”, (a) ‘Marea Rosa’, anunciaron que van a buscar registro como partido político nacional. Pero no sólo ellos, otros, como Eduardo Verástegui, de la ultraderecha, quien puede ser también un peligro para las libertades, con mayor razón ahora con el gobierno de Donald Trump, que tratará de reconvertir a Latinoamérica a esta posición política radical conservadora, el otro polo del radicalismo supuestamente de izquierda en Venezuela, Cuba o Nicaragua, por citar tres ejemplos, amigos del gobierno de la 4T.
En el primero de los casos, estaríamos viendo de regreso al presupuesto a personas tipo Jesús Ortega, Jesús Zambrano (a) ‘Los Chuchos’, grandes expositores de la ‘kakistocracia’ (el gobierno de los peores) y la cleptocracia nacional. Los mismos que llevaron al PRD hasta su extinción y ahora quieren pegarse de nuevo a la ubre del erario. Son impresentables.
Ahí hay personas que tampoco han sido benéficas para la democracia. Por ejemplo, la ex alcaldesa de Tlalpan Alfa González, investigada por corrupción. O el ex delegado en Iztacalco, Carlos Estrada, a quien su sucesor, el ex edil Armando Quintero acusaba que se robó hasta las chapas de la Alcaldía. Tampoco se salvan otros chuchistas: Guadalupe Acosta Naranjo, Carlos Navarrete, Verónica Juárez.
Ellos y otros más, bajo la falsa premisa de que son representantes de la “sociedad civil” vía el Frente Cívico Nacional, han acordado y manifestado su intención de obtener registro como partido político. Han invitado a la ex candidata presidencial del centro-derecha, Xóchitl Gálvez, quien más allá de la baja votación que obtuvo frente a la ganadora Claudia Sheinbaum, no se ha conducido como una verdadera opositora, posterior a la elección.
¿Xóchitl Gálvez ha por lo menos intentado seguir el ejemplo de María Corina, la líder venezolana que verdaderamente se ha enfrentado a un régimen dictatorial? No. Xóchitl prácticamente se desapareció del escenario político apenas transcurrida la elección. Ha tenido algunas apariciones de manera timorata, pero no se le ve la ambición de encabezar a la oposición frente a lo que ella misma acusa una tendencia hacia la dictadura.
¿Qué aportó la llamada ‘Marea Rosa’ en la elección de junio pasado? En 2021, PAN, PRI y PRD obtuvieron en números redondos 19 millones 500 mil votos en diputaciones federales. El año pasado, Xóchitl tuvo 16 millones 500 mil votos. ¿Le sumó algo la llamada ‘Marea Rosa’? No. Ni siquiera en diputados, donde PAN, PRI y PRD obtuvieron cerca de 18 millones.
El Frente Cívico que quiere convertirse en partido ha tenido muy baja respuesta de liderazgos nacionales y regionales, de personajes públicos, porque no ven que las principales cabezas tengan autoridad moral ni definiciones políticas dignas como para estar al frente del Gobierno.
En todo este contexto, si la 4T controla al INE, –que pronto cambiará de nombre a Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC) con depuración de consejeros–, seguramente harán todo lo que esté a su alcance –jurídico y político– para negarle el registro al partido de ‘Los Chuchos’, a quienes aborrecen, empezando por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y el resto de la élite de la “transformación”. En el caso de Verástegui, no queda claro cuál sería el beneficio de darle registro como partido político, y menos a Sandra Cuevas, acaso la peor alcaldesa que ha tenido la CDMX. Lo veremos.
FOTOS: Especial / RRSS