Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El caso de la Ciudad de México debe tristemente emblemático en el mundo. Difícilmente habrá de encontrarse otra gran urbe, capital de un país, en que de manera tan horrible haya miles de kilómetros de cable colgado de postes por todas las calles, servible o inservible, ante la permisividad de la autoridad.
Todo apunta que viene el gran viraje y se empezará a poner fin al mugrero de las cableras, con una reforma legal en el Congreso de la Ciudad de México.
Tanto cablerío que cuelga por las calles no sólo representa una gran contaminación visual para la CDMX, sino también un riesgo para la gente. La triste historia comenzó desde la era priísta en la década de los 1980, con la proliferación de la televisión por cable.
Desde entonces, las autoridades fueron omisas, en gran medida por temor a las grandes televisoras de señal abierta, también propietarias de las principales proveedoras del servicio de televisión por cable, esas que hicieron de manera impune un mugrero de cableado aéreo en la Ciudad.
Jefes de gobierno, jefes delegacionales, hoy alcaldes, salvo excepciones, no se han atrevido o no les interesó exigir a las empresas a quitar su cable inservible, a pesar de que hasta con argumentos de la Ley de Protección civil podrían haberlas obligado e incluso hasta multarlas. Ni siquiera quitan su cable obsoleto cuando van a poner nuevo.
El problema se hizo mayor desde 2018 que existe la reelección de alcaldes, porque precisamente pensando en su futuro político, en general no presionaron a las cableras para que quitaran su mugrero. Mejor no hacer enojar a las televisoras. Tampoco Sheinbaum quiso presionar gran cosa como jefa de Gobierno. Tenía enfrente su aspiración presidencial.
Hay excepciones: el alcalde de Coyoacán, Giovani Gutiérrez. Como política pública transversal, desde que asumió el cargo en 2021 ha “convencido” a las cableras de que quiten su basura de los postes, con personal de la Alcaldía como apoyo y supervisión. Hoy, tiene el récord de cable retirado: 63 toneladas.
Aprovechando el arranque de las administraciones en el Gobierno de la Ciudad de México, las Alcaldías y también el Congreso capitalino, oficialismo y oposición irán juntos contra este mugrero urbano que han permitido. Van Morena, sus aliados, la oposición, así no puede haber desquite especial de las televisoras. ¿Quién fue? ¡Fuenteovejuna!
Hay varias iniciativas que coinciden en que las empresas responsables de haber colocado el cable que ahora es obsoleto están obligadas a retirarlo. Van a establecer sanciones en caso de incumplimiento.
De la mano va una restricción paulatina para seguir colocando cableado en postes. Deberán hacerlo de manera soterrada, para lo cual habrá también incentivos para promoverlo, así como la sustitución por emisión de señales vía internet o antena satelital.
El paradigma en la CDMX para soterrar cable es el Centro Histórico de la CDMX, en donde Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno, entre 2000 y 2005, logró que todo fuera subterráneo –hasta el eléctrico–, y el impacto al mejoramiento urbano en la zona fue absoluto. Hoy, se ha descuidado un poco: en calles aledañas al Congreso de la CDMX hay alguno que otro cable colgado, aunque no debería haber ni un metro.
El primer gran paso será que en los próximos días se apruebe esta reforma, pero luego vendrá lo más difícil: que se aplique la Ley y que las cableras entiendan y limpien las calles. Lo veremos.
FOTO: Alcaldía Coyoacán
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