Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Para que de verdad se le pueda creer a la presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, que en el partido no van a permitir el nepotismo, ella debería ser declinar sus aspiraciones a la Jefatura de Gobierno de la CDMX para 2030, pues podría obtener ventajas, debido a que su hermana, Bertha María, es la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y por eso hay quienes la consideran su avanzada, la punta de lanza para el proyecto político de la familia.
Prominentes militantes de Morena e incluso de la oposición están convencidos que la candidata de los radicales del movimiento para la capital del país es Luisa María, quien por cierto el miércoles anunció que en Morena van a poner candados en 2027 contra el nepotismo, tal como lo propuso la presidenta en su iniciativa modificada por el Senado.
“En congruencia con la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre nepotismo y no reelección, nuestro partido no presentará propuestas de familiares en las elecciones locales de este año en Durango y Veracruz”, dijo la presidenta de Morena.
La intención de esta reforma, se supone, es que no se utilice una posición desde el gobierno para apuntalar a un familiar a que obtenga un cargo de elección popular, en especial que sea la sucesora o sucesor inmediato. Caso equivalente es el de las hermanas Alcalde Luján. Bertha fue designada fiscal en diciembre pasado para un periodo de cuatro años a partir del 10 de enero.
En la parte de la reforma que sí aprobó el Senado se establece que deberían pasar al menos 3 años entre el término constitucional de la gestión o gobierno de un pariente, y el inicio del otro periodo. En el caso de ellas serían menos de dos años de intervalo de tiempo, pero además la fiscal todavía podría ser ratificada por otros cuatro años. Sería una aberración, de país bananero, que una hermana fuera titular de la Fiscalía y la otra jefa de Gobierno.
En este escenario de Luisa María Alcalde candidata estaría fuera de la jugada para la CDMX Andrés Manuel López Beltrán, Andy, el hijo del ex presidente AMLO. No lo descartan para la presidencial 2030. Lo visualizan en otras circunstancias: el operador político en el partido, para las alianzas, la relación con los poderes fácticos, la estructura territorial, el control político, las candidaturas, los gobernantes. El poder real, pues.
¿Porque desde la Fiscalía Bertha Alcalde sería punta de lanza del proyecto familiar CDMX 2030? Desde ahí puede abrir carpetas de investigación en contra de cualquiera de los adversarios políticos de la hermana, empezando por los de Morena, obligarlos a dejar sus aspiraciones personales y que apoyen a Luisa María. También puede ser a la inversa: un trueque a cambio de cerrarles carpetas de investigación.
Lo mismo puede hacer con la oposición, de lo cual ya hay el precedente de Ernestina Godoy contra los panistas, a quienes les abrió investigaciones para frenar su crecimiento electoral, como el caso del cartel inmobiliario, que ahora ya es expediente casi cerrado a cambio de una conducta política dócil del PAN hacia el oficialismo.
Luisa María Alcalde debería dejar en claro desde ya que no irá en 2030 por la CDMX para que más o menos le creamos que Morena está contra el nepotismo, y nada de salirse por la tangente tipo Félix Salgado: que si el pueblo se lo pide, pues ni modo de ir contra el pueblo. Lo veremos.
FOTOS: Cuartoscuro / Morena