Glorieta de Colón
A poco más de un año de las elecciones, y a pesar de jaloneos entre morenistas de la Ciudad de México, el pacto entre la actual jefa de Gobierno, Clara Brugada, y su antecesor Martí Batres para repartirse el poder en la capital del país sigue vigente. Ella controla el Ejecutivo y el segundo en el organigrama es César Cravioto, brazo derecho de Batres. El Congreso lo domina el hoy titular del ISSSTE: la coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo, es del primer círculo de su grupo político, aunque se ha ido ganando la confianza de Brugada y todo apunta que durará toda la legislatura en el cargo. Martha Ávila, presidenta del Congreso, es la de todas las confianzas de la jefa de Gobierno y ahí seguirá. El pacto entre Brugada y Batres se reflejó en las pasadas elecciones del Poder Judicial, pues Lenia Batres, candidata a ministra, ganó ampliamente en la capital del país.
¿Renunciará Rafael Guerra?
El conflicto en el Poder Judicial parece no tener fin. El martes, las pláticas entre trabajadores paristas y autoridades del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y del Gobierno de la CDMX no llegaron a buen puerto. Este miércoles, que se alcanzaron ya 21 días de suspensión de labores, no hubo charla entre las partes, pues los trabajadores están analizando la contrapropuesta que les hizo el Gobierno a su planteamiento de incremento salarial del 10%. ¿La solución va a ser la renuncia de Rafael Guerra a la presidencia del TSJ? Es pregunta.
Por fin entendió Clara
Al parecer Clara Brugada ya entendió que debe escuchar a la gente que directa o indirectamente resulte o se sienta afectada por la construcción de sus Utopías, para que no le siga ocurriendo lo de Cuajimalpa, donde un juez determinó que la consulta que hicieron estuvo amañada y por eso ordenó la suspensión de las obras. En Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Iztacalco, Gustavo A. Madero y Xochimilco tiene que hacer mucha labor política.
FOTO: X / @martibatres
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