CIUDAD DE MÈXICO 06 DE JULIO (CDMX MAGACIN).- Luego de la jornada violenta registrada el viernes en varias colonias de la demarcación, la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega condenó enérgicamente los actos de vandalismo y denunció que un grupo de personas armadas disparó al exterior de las oficinas de la Alcaldía Cuauhtémoc tras los destrozos ocasionados en la marcha.
“Se desviaron kilómetros solo para disparar frente a la alcaldía. ¿Por qué? ¿Qué mensaje querían mandar? ¿A quién le incomoda que estemos poniendo orden?”, cuestionó la mandataria, quien subrayó que el gobierno local no se va a intimidar: “Aquí no nos vamos a doblar. Cuando tocan a Cuauhtémoc, nos tocan a todas y todos”.
Durante la movilización, un grupo reducido y violento provocó daños a más de 13 inmuebles comerciales, rompió canceles, vidrios y saqueó mercancía en uno de ellos. También se vandalizaron más de 30 fachadas con grafiti y se dañaron siete elementos del mobiliario urbano en vialidades como Álvaro Obregón, Orizaba, Sonora, Reforma, Niza e Insurgentes.
“La Cuauhtémoc es territorio de trabajo, de sueños, de gente que se parte el lomo todos los días. Lo que pasó fue un ataque directo a quienes generan empleo, a quienes construyen futuro. Y eso no se puede permitir”, afirmó la alcaldesa.
Rojo de la Vega recalcó que la protesta legítima se defiende, pero que utilizarla como pretexto para sembrar miedo o destruir el espacio público no tiene justificación: “destruir lo que otros han construido no es protesta, es vandalismo. Poner en riesgo el trabajo de miles jamás será una forma legítima de exigir justicia”.
Durante y después de los hechos, personal de la Alcaldía Cuauhtémoc apoyó a los negocios afectados, retiró pintas y limpió las zonas intervenidas. Las acciones involucraron a las direcciones generales de Servicios Urbanos, Gobierno, Participación Ciudadana, Vía Pública y Cultura. Los trabajos se extendieron desde la noche del viernes hasta la mañana del sábado.
La alcaldesa reconoció que hay reclamos sociales legítimos, pero enfatizó que el camino para transformar la ciudad es el diálogo, la coordinación y el respeto: “esta ciudad necesita mucho diálogo, necesita respeto, necesita inclusión. Lo que no necesita y no vamos a permitir es violencia disfrazada de causa”.
Finalmente, confió en que el gobierno federal esté a la altura del momento que vive el país: “ojalá tenga el valor de hacer lo que no se hizo antes. De priorizar el acceso a servicios para todas las colonias, de conectar la educación con el empleo, de ampliar el transporte público. Porque sí se puede gobernar distinto y sí se puede construir el futuro con dignidad, no con miedo”.
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