Óscar V. Machado / CDMX Magacín
Después de 15 años de su implementación en la Ciudad de México, al proceso y ejecución del Presupuesto Participativo es necesario hacerle una serie de reformas y cambios para que sea más eficaz, más útil para todos los capitalinos porque ahora está reproduciendo desigualdades, plantea Benjamín Méndez Bahena, investigador del Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales del IPN.
El también coordinador del libro “Problemas y propuestas para mejorar el Presupuesto Participativo en la Ciudad de México” propone que lo primero que se tiene que hacer en el caso de la capital del país es sacar al Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) del proceso de organización y que esa función se traslade al Gobierno capitalino y a las alcaldías. “Porque el presupuesto participativo es un asunto de gobierno que no está siendo atendido centralmente por el gobierno, como ocurre en otros países”.
Además, añade, es necesario impulsar una campaña de educación cívica y participación política de la ciudadana, que conozcan los principales problemas de su colonia, que debatan, examinen con sus vecinos y tomen decisiones colectivas. “Debe haber una gran campaña que diga este es tu dinero, decide con tus vecinos qué quieren hacer con él”.
Otro problema que tiene la ejecución del Presupuesto Participativo en la Ciudad de México es que intervienen demasiadas instituciones, en total 7: IECM, Jefatura de Gobierno, alcaldías, Secretaría de Administración y Finanzas, Tribunal Electoral, Congreso, Secretaría de la Contraloría, “entonces se vuelve muy burocrático, hay que aligerar las cargas”, abunda.
Plantea la necesidad de crear una instancia con no más de 16 personas en el gobierno capitalino, uno por Alcaldía que todo el año estén encargados exclusivamente del Presupuesto Participativo, que los vecinos los llamen, los visiten y les pregunten este proyecto se puede o no, cómo llenar formatos. “En Buenos Aires tiene cuatro personas que gestionan el Presupuesto Participativo para una ciudad de 4 millones”.
Asimismo, para reducir el costo del proceso de consulta del Presupuesto Participativo propone utilizar plataformas tecnológicas como el software gratuito de código abierto “Cónsul”, aprobado por la ONU, con el cual se pueden realizar debates, discusiones y una parte de la votación desde el celular, tablet o computadora.
Relata que no siempre se atiende lo que pide la gente con el Presupuesto Participativo. “Hay casos en que les dijeron no se puede por tal razón, pero los vecinos se juntaron, se organizaron, presionaron y lo lograron”.
Ejemplifica: “Existe una colonia irregular en la salida a la carretera a Cuernavaca, por lo tanto sin servicios. Hace como 5 ó 6 años plantearon: ‘queremos tinacos para captar agua de lluvia’. Les dijeron: ‘no se puede y no les alcanza’. Ellos respondieron: ya lo firmamos en asamblea y nos alcanza para 63 tinacos y el acta dice los vamos a sortear y este mismo proyecto se va a hacer el próximo año y les va a tocar a los que hoy no les tocó, cuando la gente decide puede brincar las trabas”.
Milpa Alta e Iztapalapa reciben menos
El investigador recuerda que la figura del Presupuesto Participativo nació en Brasil en la década de los 1970 y ahora se implementa en 8 mil ciudades de más de 80 países. Además, Méndez Bahena indica que un tercer problema del que se aplica en la Ciudad de México es que el 4% del presupuesto de cada alcaldía se distribuye de manera inequitativa.
“Cada Alcaldía divide el 4% de su presupuesto participativo entre el número de colonias que tiene. Como cada demarcación tiene un monto diferente y distinto número de colonias, en Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc obtienen más dinero, mientras que en Milpa Alta e Iztapalapa, reciben menos”.
Abunda: “Por eso proponemos distribuirlo de manera equitativa por ciudadano, con nuestra propuesta colonias que hoy reciben 60 mil pesos, podrían tener 300 mil y se cumpliría con otro fin del Presupuesto Participativo que es aminorar las grandes diferencias territoriales en las colonias, porque ahora está reproduciendo desigualdades.
“Nuestras propuestas son de fácil implementación y esperamos que las autoridades nos puedan escuchar y recibir para explicarles los detalles y nuestros cálculos para eficientizar el presupuesto participativo para beneficio de los capitalinos”, puntualiza Méndez Bahena.
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