Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En Morena ya se dio el choque de partido hegemónico: el pleito es entre ellos, porque enfrente, la oposición es poco competitiva, excepto en un centenar de municipios y algunas entidades federativas.
Ese enfrentamiento ya se refleja en las estrategias hacia la candidatura presidencial de 2030, en que si no ocurriera algo verdaderamente extraordinario, quien abandere a Morena ganará.
Como el viejo PRI hegemónico, en Morena se están agrupando en dos polos, el de los populistas, radicales, progresistas, cuya persona más visible hoy, por la posición política que ocupa, es la jefa de Gobierno, Clara Brugada. Además, goza del apoyo del fundador, líder moral de Morena y presidente emérito, Andrés Manuel López Obrador.
Del otro lado, el de los dialoguistas parecidos a los neoliberales, que han hecho y seguirán fortaleciendo sus alianzas con grupos de la derecha. El más visible en este momento es Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana, el policía otrora cercano a Genaro García Luna, quien cuenta con el absoluto respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum, hoy distanciada de los grupos radicales.
La confrontación entre Brugada y Harfuch no es nueva, como tampoco el enfrentamiento entre populistas y dialoguistas. El PRI precisamente se fracturó en 1987 por la imposición de los neoliberales, y de la izquierda priísta surgió Cuauhtémoc Cárdenas para escindir el partido y ganar las elecciones de 1988, aunque no le reconocieron el triunfo.
El primer capítulo del pleito entre Brugada y Harfuch se dio en la Ciudad de México en 2023, cuando la interna para definir candidata a la Jefatura de Gobierno. Esa derrota, al parecer, no termina de asimilarla Harfuch y va por la revancha en 2030.
No está claro si el asesinato de Ximena Guzmán, secretaria particular de Brugada, y su asesor José Muñoz es parte de esta disputa hacia 2030, porque a la fecha no se sabe siquiera alguna línea de investigación sólida. Sin embargo, el tema al parecer podría ser aprovechado por Harfuch, porque con la venia presidencial se metió en la investigación del hecho delictivo, sin que a él le tocara. Acaso su plan es obtener información que eventualmente podría utilizar.
Esta confrontación también se ha manifestado en las posturas del PVEM en la capital del país, donde han regateado en los últimos meses su respaldo al proyecto de Gobierno de Brugada. Desde el Congreso de la Ciudad de México, los verdes apretaron, pero luego tuvieron que firmar, nuevamente, su “alianza” con la “4T”. No hay que olvidar que el PVEM desde 2023 respaldó a Harfuch. A futuro, no es descabellado que desde ese partido presionen con romper la alianza en 2030 y hasta terminen apoyándolo a él para la Presidencia.
El paro de casi 40 días en el Poder Judicial (PJ) de la Ciudad de México es otra muestra de la confrontación entre los dos grupos, porque quien ha sido el perdedor es el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Rafael Guerra, muy cercano a Sheinbaum, por lo que juega del lado de Harfuch. Si no renuncia antes del fin de su periodo, en diciembre, es un hecho que no podrá volver a reelegirse para el cargo y Brugada impulsará al suyo o suya.
La jefa de Gobierno está en un momento crucial para relanzar sus pactos y reforzar una estrategia de comunicación que la reposicione. Hay otros hechos, alianzas y confrontaciones en esta disputa Brugada y Harfuch hacia el 2030. Lo veremos.
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