Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Una buena noticia y otra mala para los vecinos de la colonia Nueva Santa María y la vecina Obrero Popular, en Azcapotzalco, alcaldía donde han llegado las conductas de desarrolladores que según las quejas de vecinos se parecen más a las del cártel inmobiliario de la Benito Juárez, que de empresarios más serios y cuidadosos de preservar el equilibrio en el entorno donde edifican.
La buena es que la movilización ciudadana evitó que el gobierno capitalino construyera un albergue para migrantes en la esquina de la calle Plan de San Luis con Eje 2 Norte, Eulalia Guzmán, en la colonia Nueva Santa María. Ahora ahí van a construir lo que la administración de Clara Brugada ha llamado “Centro 3R: Reducir, Revalorar, Redistribuir”.
También son conocidos como “Casa de las 3R”, que forman parte del Sistema Público de Cuidados, cuyo proyecto busca alcanzar por lo menos 200 casas similares, en que “se apoya a personas en tareas de cuidado, especialmente a mujeres, ofreciendo servicios como guardería infantil (sic), lavandería popular, comedor comunitario y casa de día para adultos mayores”.
Precisamente algo así pedían los vecinos de la Nueva Santa María: que el lugar fuera utilizado para el beneficio de adultos mayores, pues en esa colonia y otras contiguas viven muchas personas de edad avanzada y son un lugar excelente para el esparcimiento cotidiano. Además, es precisamente el proyecto al que se comprometió con ellos el secretario de Gobierno, César Cravioto. Está cumpliendo.
También hay que reconocer la capacidad de movilización de los vecinos de la zona, quienes desde hace meses tienen un plantón frente al predio donde pretendían construir el albergue, y de facto lo convirtieron en un sitio para el esparcimiento y recreación de adultos mayores, ahí en la banqueta y bajo toldos de plástico.
Hasta ahí todo va bien. Pero me han hecho llegar información de que a unos 400 metros de ahí ya enfrentan otro problema: la edificación de un megaproyecto inmobiliario, en avenida Camarones 134, colonia Obrero Popular, donde pretenden levantar ocho torres de 10 niveles cada una, para un total de 639 departamentos, que llevarán a vivir ahí a unas 2 mil personas. “Es una zona ya saturada de tránsito, hundimientos, problemas de agua y drenaje”, me dicen vecinos de la colonia.
De acuerdo con más información que me han proporcionado los inconformes que el pasado viernes cerraron la avenida Camarones en protesta por esta magna obra que alegan les va a afectar, el proyecto total rebasa los 50 mil metros cuadrados. Tiene que pasar por la autorización del Congreso de la Ciudad de México, porque me aseguran el uso de suelo del predio es categoría “1”, uso industrial, no habitacional. La superficie del terreno es de 5 mil 953 metros cuadrados, todo según la cuenta catastral 044_489_02, en la referida Calzada Camarones 134.
En ese sitio estuvo muchos años una bodega de Steren, empresa que vende tecnología. El jueves 5 de mayo de 2016 se incendiaron esas bodegas, y estuvieron varios años prácticamente abandonadas, hasta hace tiempo que se planteó este proyecto inmobiliario que ya está en “preventa”, lo que puede verse al pasar por ahí, con los anuncios de la desarrolladora “Quiero Casa”.
El tema podría llegar este miércoles al Congreso de la Ciudad de México vía un punto de acuerdo para frenar la obra. Por ahora, la Alcaldía Azcapotzalco ya dio los permisos de demolición, pero me dicen que seguirá revisando el tema, lo mismo que el Gobierno capitalino. Lo veremos.
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