Glorieta de Colón
En cualquier tienda Walmart en la Ciudad de México –y seguramente en todo el país– incurren en una ilegalidad a todas luces: el hurto, el apoderamiento ilegal de datos personales de los ciudadanos, incluso menores de edad, sin que alguna autoridad pueda –ni quiera– hacer algo para sancionarlo e impedirlo. ¿Por qué? Además de abusivos, en Walmart aprovechan el vacío que dejó la desaparición del INAI, que se encargaba precisamente de la protección de datos personales. La ilegalidad en los Walmart es que en las cajas de “autocobro”, al iniciar el proceso de marcado de productos se enciende una cámara que graba en todo momento al cliente, sin que haya un aviso de qué se está haciendo esa filmación, tampoco los fines para los que se hace y menos un aviso de privacidad. El riesgo es mayor porque si un cliente paga con tarjeta de crédito o débito, pueden relacionar rostro, nombre, firma y NIP. El hecho se vuelve más grave porque graban también a menores de edad, que por diversión suelen ayudar a los padres a pasar los productos por el lector de códigos. Morena está obligado a tapar ese vacío legal que no cubrieron al desaparecer el INAI. No se les olvide que también les afecta a ellos y a sus familias.
Nepotismo en Tlalpan
Si la alcaldesa de Tlalpan, Gabriela Osorio lleva ya cuatro directores de Comunicación en 10 meses, en estricto sentido significa que ella no sabe elegir el perfil de sus colaboradores porque no tiene proyecto para el área. También es evidencia de su baja tolerancia para permitir que se dé esa curva de aprendizaje, que según los expertos es de cuando menos seis meses. Y de pilón, incurre en nepotismo: luego de que hace unos días renunció al cargo Rodrigo Bengochea, la alcaldesa designó a su sobrina como nueva directora. Se trata de Mabel Fernanda Vázquez Osorio, quien ni cédula profesional tiene, aunque en la lógica de la “4T” tampoco importa mucho, pues ya ven que también se la perdonaron al jefe de Vinculación e Información de Palacio.
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