Glorieta de Colón
Otra vez el desdén y deficiente atención política del secretario de Gobierno, César Cravioto, podría provocar que el próximo lunes transportistas estrangulen la Ciudad de México, en los cuatro puntos cardenales que son los principales accesos: Pachuca, Morelos, Puebla y Toluca. En la capital no se necesitan argumentos sólidos para hacer marchas y bloquear avenidas. Cualquiera lo puede hacer. Un grupito de 10 personas puede cerrar arterias tan importantes como Insurgentes, y hasta la policía los cuida. Ahora los autodenominados “Fuerza Amplia de Transportistas” advierten que el próximo lunes harán paro, porque nomás no han sido atendidos por Cravioto, quien los mandó con un segundón para que les diera atole con el dedo. También es cierto que la exigencia de los transportistas es desproporcionada, porque quieren que el pasaje mínimo suba de 6 a 10 pesos, y el máximo de 8 a 12. Y de pilón, piden bonos de gasolina con cargo al erario, sin que ofrezcan arreglar sus cafeteras de unidades de transporte. Según Cravioto, están atendiendo el tema para mediar entre el impacto de un aumento y las necesidades de los transportistas. A casi un año, Cravioto está en juego si tiene o no oficio político.
¿Deberían cumplirle a Yuriri?
Nos confirman que la diputada Yuriri Ayala, de Morena, logró que la incorporaran como primera vicepresidenta del Congreso de la Ciudad de México a cambio de que deje de alborotar a sus compañeros de bancada para tumbar a la coordinadora Xóchitl Bravo. Falta ver que se la cumplan, como también lo que se supone consiguió Víctor Romo, otro de los grillos contra Xóchitl, quien propuso la creación de cuatro comisiones al interior de la bancada: para la relación con el gobierno; seguimiento legislativo; vinculación con organizaciones sociales y empresariales, y la de transparencia de las finanzas de la bancada. A Romo le dijeron que sí, que pronto lo harán. ¿Será que solo le dieron el avión? Es pregunta.
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