Guillermo Juárez / CDMX Magacín
Como parte del paquete de reformas para el Sistema de Cuidados de la Ciudad de México, la diputada de Morena, Martha Ávila presentó una iniciativa para reformar el artículo 26 de la Ley del Derecho al Bienestar e Igualdad Social.
De esta forma, expuso la legisladora, se busca consolidar ese Sistema de Cuidados que reconozca esa actividad como un derecho humano fundamental y condición indispensable para el desarrollo pleno de la vida.
La iniciativa contempla que todas las personas, especialmente aquellas en situación de dependencia, cuenten con apoyos adecuados, accesibles y de calidad que garanticen su bienestar físico, mental, emocional, espiritual y cultural.
También plantea que el cuidado es un derecho humano con tres dimensiones: ser cuidado, cuidar y el autocuidado.
Ávila Ventura señaló que esta propuesta no sustituye la futura Ley del Sistema de Cuidados que prepara la Jefatura de Gobierno, encabezada por Clara Brugada, sino que busca robustecer el marco jurídico y aportar elementos a la discusión legislativa que está por venir.
Durante su intervención en tribuna, la Diputada por Iztapalapa recordó que el derecho al cuidado se encuentra vinculado con la dignidad humana, la igualdad sustantiva y la justicia social, por lo que atenderlo de manera integral significa replantear el modelo de desarrollo social de la capital.
“El cuidado sostiene la vida, pero también sostiene la sociedad. Regularlo y garantizarlo representa una verdadera transformación que impactará en la calidad de vida de millones de personas”, concluyó.
Apoyo a cuidadores
Hace apenas un mes, Brugada presentó la Iniciativa de Ley del Sistema Público de Cuidados y propuestas de reformas a la Constitución Política de la Ciudad de México, que tienen el propósito de erradicar la división sexual del trabajo, reconocer el valor de las tareas de cuidado y garantizar el cuidado como un derecho humano en la capital del país.
Un asunto fundamental de esta iniciativa es que se termine con esa visión y osición histórica y desigual en que se le ha asignado a las mujeres y niñas, de manera casi exclusiva, la responsabilidad de las tareas domésticas y de cuidado.
Las reformas propuestas pretenden reconocer el derecho a cuidar, ser cuidado y el autocuidado como un derecho humano “universal, ineludible, interdependiente, indivisible e indispensable para la sostenibilidad de la vida y la sociedad”.
También se establece que los trabajos domésticos y de cuidado no remunerados son productivos, esenciales para la reproducción social, generadores de valor económico y bienestar colectivo, y que su realización no debe estar determinada por roles de género, sino distribuirse entre las personas, el gobierno, el sector privado y el social.
El Sistema Público de Cuidados tendrá como objetivos reconocer, redistribuir y reducir las tareas de cuidado, así como erradicar la división sexual del trabajo por ser un mecanismo que propicia la desigualdad entre los géneros.
Lo que falta ver es que sea cierto lo que dice Brugada, que las arcas de la capital dispongan este año de 200 millones de pesos para la infraestructura del Sistema Público de Cuidados para un año, y al final del sexenio tener 200 sistemas y 300 espacios de cuidado y desarrollo infantil.
De aprobarse esta Ley, habrá una coordinación con las 16 alcaldías para que cada una cuente con su propio sistema local de cuidados, integrado y articulado a nivel de ciudad.
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