Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Otra vez, en el Congreso de la Ciudad de México reviven la añeja propuesta –fracasada varias veces, desde que era ALDF– de sacar de las sesiones plenarias a los medios de comunicación, como si los legisladores tuvieran pláticas oscuras e inconfesables y temieran que los periodistas se enteren.
Esta propuesta es un atentado contra la transparencia en el Congreso, lo que refuerza las opiniones de quienes afirman que la “4T” trae ya un talante autoritario contra la libertad de expresión, aunque muchos también pensamos que les va a salir caro y van a terminar cediendo ante un derecho conquistado.
Desde 1988 que se creó la Asamblea de Representantes del DF, en que era avasalladora la mayoría priísta, ha habido apertura para que los periodistas ingresen al salón de plenos durante las sesiones, porque es “la casa del pueblo” y los comunicadores son ese puente con el ciudadano.
Precisamente los que ahora quieren sacar a los periodistas del Pleno Cameral en el Congreso CDMX, son más o menos los mismos que los echaron en 1997 de la Cámara de Diputados, cuando aquel llamado G4, que conformaban PRD (hoy Morena), PVEM, PT y PAN. Éste último, al parecer, ahora no se ha sumado a esta propuesta.
En diferentes Legislaturas se sondeó la posibilidad de sacar a los periodistas del Pleno en la ALDF, hoy Congreso CDMX, pero no ocurrió, ni en la etapa en que los coordinadores eran Manuel Granados o Leonel Luna, considerados por los morenistas, sus ex compañeros del PRD, como autoritarios
Ricardo Ruiz, tan tirano como coordinador de Morena que sus propios compañeros lo tumbaron, tampoco pudo consumar esa intentona de sacar a los periodistas, porque el costo que iba a pagar era muy alto.
Hoy, en los tiempos en que la 4T ha dado muestras de que quiere ir en contra todo por lo que lucharon, la idea de sacar a los periodistas resurgió a principios de la actual Legislatura entre algunos diputados, hace un año, pero la entonces presidenta de la Mesa Directiva, Martha Ávila, no permitió que avanzara el plan.
Sin embargo, en la actual Coordinación de Comunicación Social aceptaron desde febrero sondear el terreno para que, con el argumento de “poner orden”, durante las sesiones no entren los periodistas al salón de plenos. La realidad es que ni son tantos los que ingresan, pero se genera confusión porque hay mucha gente al interior que labora con los diputados tomando fotos, videos, haciendo audios.
Insisto, la lógica histórica de que los periodistas entren al salón de plenos durante las sesiones es, precisamente, absoluta apertura de la casa del pueblo con quienes son el conducto para la comunicación con los ciudadanos, y además es una muestra de transparencia, de que nada esconden.
En Morena no le quieren entrar abiertamente a este asunto. Mandaron a un especialista a hacer el trabajo sucio: Jesús Sesma, coordinador fáctico del PVEM con el cargo actual de presidente de la Mesa Directiva. En una entrevista publicada este miércoles en El Universal, Sesma recurre a un eufemismo para decir que no va a sacar a los periodistas del pleno. Lo que va a hacer, dice, es que sólo podrán entrar previo y posterior a las sesiones, pero no durante.
Su argumento es que en la Cámara de Diputados y el Senado así funciona. O sea, que el Congreso de la CDMX va a ser igual de opaco que el federal, de lo cual es corresponsable el jefe de Sesma, propietario del PVEM, Jorge Emilio González, que formó parte de aquel G4. Les va a generar costos políticos. Lo veremos.
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