Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
La soberbia de Morena y los gobiernos emanados de ese partido, especialmente en la Ciudad de México, además de las prácticas caciquiles, los puede llevar a una derrota electoral abismal en el 2027. Ya cargan con el “Caballo de Troya”, ya se infiltró al partido y lleva dentro el mismo mal del priísmo hegemónico de los viejos tiempos: la despiadada pugna del poder, por el poder.
Lo peor es que no quieren aceptar su realidad: el movimiento de la llamada “4T” se les está descomponiendo a pasos agigantados. Y en vez de atender voces con autoridad moral que les hacen ver la compleja realidad, los liderazgos de Morena, como la jefa de Gobierno, Clara Brugada, hacen oídos sordos. Sólo quieren escuchar aduladores.
Quien se atreve a criticarlos recibe la máxima de Pancho Villa: córranlos en caliente, como el caso de Eduardo Cervantes, un personaje de gran relevancia en la fundación y desarrollo de Morena, quien fue despedido del cargo que ostentaba en el partido, con más velocidad que en un juicio sumario. Vía telefónica, 10 días después de sus críticas en la conferencia “Chilanguera” de los diputados de Morena, le llamaron por teléfono para decirle que ya no era más el responsable del Programa de Formación Política del partido en la capital. Ni siquiera le dieron la cara.
Les dolió lo que dijo Cervantes, porque es verdad y por su autoridad moral, por su trayectoria histórica en la izquierda. Además de dirigir a Morena en la CDMX, fue integrante del “Gabinete Legítimo” de López Obrador en 2006, fundador del Movimiento Regeneración Nacional en 2011 y del partido, en 2015.
Pero en vez de silenciarlo, lo hicieron más visible. Sus críticas ahora tienen más eco porque es víctima del autoritarismo de Morena, que evidencia la mentira de su presidente, Héctor Díaz Polanco, quien de discurso da bienvenida a la autocrítica, pero la castiga, como fiesta de chivo.
Cervantes dio una entrevista la semana pasada al medio de comunicación “Iztacalco Noticias”, y generó decenas de comentarios favorables, de apoyo ante el autoritarismo del que fue víctima.
Están cegados en Morena. Deberían recordar el dicho: “Quien no oye consejo, no llega a viejo”. El partido apenas tiene una década de existencia y enfrenta la peor crisis de su corta historia: un escándalo de presunta delincuencia organizada que ha salpicado el legado del presidente emérito Andrés Manuel López Obrador.
Una de las críticas de Cervantes es que los grupos locales se sienten dueños del partido y de las candidaturas. No refiere nombres, pero aquí algunos que no han gobernado ni un año, lo han hecho pésimo y ya se sienten propietarios de la demarcación: Nancy Núñez, de Azcapotzalco; Janecarlo Lozano, de Gustavo A. Madero; Gabriela Osorio, de Tlalpan; Lourdes Paz, de Iztacalco. Otros creen que las tienen escrituradas: José Carlos Acosta, de Xochimilco; Julio César Moreno, de Venustiano Carranza; Rigoberto Salgado, de Tláhuac; Adrián Rubalcava, de Cuajimalpa, donde lo echaron a punta de votos y no lo van a dejar volver. Por eso, dice Cervantes que las candidaturas tienen que ceñirse a su proyecto de transformación, no a los aprendices de caciques.
Cervantes no se arrepiente de sus dichos, sino al contrario. “Me quedé corto”. Por ello lo esperado es que conforme pase el tiempo sus críticas arrecien, tengan mayor impacto mediático y, lo peor, si no le hacen caso, muy probablemente sus palabras serán proféticas sobre el 2027. Lo veremos.
FOTO: Especial
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