Glorieta de Colón
Habrá quien diga que la jefa de Gobierno, Clara Brugada recibió trato especial el domingo, porque hasta dio discurso de bienvenida a la presidenta Claudia Sheinbaum. Además, estuvo en el templete, junto a todo su Gabinete, sin que sea parte de su Gabinete. otra lectura es que en realidad Brugada llegó a la sumisión, porque a pesar de los pleitos entre ambas su discurso sólo fueron alabanzas a la presidenta. Que estuviera en el templete reduce políticamente a Brugada a los tiempos de la Regencia del Departamento del Distrito Federal, que era parte del Gabinete. Brugada actuó como si fuera subordinada de la presidenta, cuando su cargo, su fuerza política emana del voto popular, no por designación presidencial. Al menos en la estructura administrativa Sheinbaum no es jefa de Brugada, aunque políticamente está visto que más que eso. El futuro político de Brugada ya quedó subordinado a los designios de Palacio, y el mensaje es que en vez de aspiraciones futuristas 2030 se ocupe de tantos problemas en la CDMX que al crecer, le salpican a la presidenta.
Día de campo
Y hablando del primer año de Brugada, el próximo domingo será su discurso ante el Pleno del Congreso de la CDMX, y por como está el ambiente político ahí, nos dicen que pinta casi para día de campo, porque el formato seguirá siendo el mismo de siempre: un discurso de cada grupo o asociación parlamentaria por un lado; el de ella por otro, sin que haya debate, cuestionamientos. Es decir, a pesar del desastre de gestión, va a brillar la jefa de Gobierno.
¿Y los ‘bajopuente’?
Ahora que el Gobierno de la capital está por tomar todos los ‘bajopuente’ de Tlalpan, vale recordar cuál fue su origen: servían para que la gente cruzara hasta las estaciones del tranvía, hace más de 55 años, cuando no existía el Metro en Tlalpan. Desde hace muchos años son inseguros y por eso casi nadie los usa. Es el reto de toda la CDMX, la seguridad.
FOTO: Especial
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