Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El día que Clara Brugada cumplió su primer año como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, el pasado domingo, evidenció mayor debilidad, al tener que pronunciar un discurso que le impusieron en Palacio Nacional, en el que se rindió a los pies de la presidenta Claudia Sheinbaum, tres doritos después de lo retadora que andaba desde la contienda interna por la capital del país y durante largos meses ya en el Gobierno.
De facto, redujeron a Brugada a regenta capitalina –afirman en Palacio que ahí le escribieron el discurso de puras alabanzas a Sheinbaum el domingo en el Zócalo–, pues la sentaron con el Gabinete, como en los tiempos de antes en que el jefe del DDF era designación presidencial. “Al enemigo hay que tenerlo cerca”, dice Sun Tzu en la gran obra “El Arte de la Guerra”.
Hay al menos otros cuatro hechos contundentes en que se manifiesta la flaqueza de Brugada ante Palacio. Contrario a gozar del manto protector que Sheinbaum sí tuvo en su momento del presidente López Obrador, Brugada está arrinconada.
1) Desde Palacio Nacional le impusieron a Brugada a la ex ombudsperson de la CDHCDMX, Nashieli Ramírez como nueva titular de la Contraloría General de la Ciudad de México. Ahí, su labor será blindar la administración de Sheinbaum en el GCDMX, pero también ser la vigía de Palacio para mantener acotada a Brugada.
2) De facto, Sheinbaum destituyó a Alejandro Encinas de la Secretaría de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana, al mandarlo como embajador de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA) una institución que desprecia la 4T. Quien lo sustituya será enviado desde Palacio o al menos palomeado allá.
3) También desde Palacio le impusieron a Brugada a la titular de la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la CDMX, Mónica Alegre, cuya conexión política con Palacio es a través de la secretaria del Medio Ambiente de la CDMX, Julia Álvarez Icaza Ramírez, del equipo de Sheinbaum. La presidenta y Alegre tienen en común ser científicas.
4) Otro control que le impondrán a Brugada es a la nueva titular de la CDHCDMX, Dolores González Saravia, a quien grupos de activistas en derechos humanos la señalan de no tener los requisitos de trayectoria para el cargo. Es hermana de Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos, una de las mandatarias más cercanas a la presidenta Sheinbaum, quien la ha calificado como “la mejor gobernadora en la historia del Estado”.
Acaso por ello es que este jueves le cuestionaron en su mañanera a la presidenta Sheinbaum si designar a la hermana de la gobernadora de Morelos como titular de la CDHCDMX consistía un acto de nepotismo de esos que dice no le gustan. La primera mandataria se limitó a responder que el Congreso de la CDMX es quien tiene en sus manos la designación. O sea, se lavó las manos y los diputados tendrán que asumir el costo de la designación de Dolores González.
En este contexto el próximo domingo Brugada leerá un discurso por su Primer Informe de Gobierno –entregado formalmente hace un mes al Legislativo– ante el Pleno del Congreso capitalino. Tiene la suerte de que el formato no establece una verdadera rendición de cuentas: ningún legislador puede cuestionarla. Y aunque pudieran, con la oposición tan blandita que hay, difícilmente ocurriría. La jefa de Gobierno, acorralada por la presidenta y en declive su aprobación, seguramente estará muy debilitada incluso para definir candidaturas en la CDMX en 2027 y mucho más para 2030. Lo veremos.
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