Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
La próxima semana inicia la etapa final para que el Congreso capitalino designe a quien será titular de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México a partir del 7 de noviembre y para los próximos cuatro años, proceso en el cual se vislumbra un nuevo choque entre Clara Brugada y la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha ido arrinconando a la jefa de Gobierno.
Son ocho los candidatos finalistas. Las más fuertes son quienes cuentan con el apoyo de las mandatarias. En primer lugar, Nancy Pérez García, impulsada por Brugada, y María Dolores González Saravia, con el respaldo de Sheinbaum.
Hay otros seis suspirantes, de los cuales legisladores consultados van haciendo un descarte. En primer lugar, Carlos López López, Aldo Antonio Trapero Maldonado y Paolo Giuseppe Martínez Ruiz van a salir, pues hay consenso en que será mujer.
De las otras aspirantes registradas, una tiene el respaldo de Martí Batres, ex jefe de Gobierno de la CDMX y actualmente director general del ISSSTE. Se trata de Vilma Ramírez Santiago, con trayectoria en temas de derechos humanos, pero quien arrancó con un hándicap: de acuerdo con la versión de diputados que participan en la revisión de las currículas ella labora actualmente en el ISSSTE, con un salario de 79 mil pesos mensuales. Le critican que no renunció al cargo para participar en este proceso.
Otra de las aspirantes, Ángela María Guerrero Alcántara es cercana a Nashieli Ramírez, quien fue titular de la CDHCDMX de noviembre de 2017 y hasta el pasado 7 de octubre, pues renunció antes de concluir su segundo periodo, porque la presidenta Sheinbaum la impulsó para designarla titular de la Contraloría General de la CDMX. En general, hay enorme resistencia para que Ramírez siga teniendo incidencia en esta designación, por lo que le ven pocas posibilidades a Guerrero Alcántara.
Obtilia Eugenio Manuel no tiene ni madrinazgo, ni padrinazgo, lo que la debilita para la posición, a pesar de contar con 33 años de trabajo como activista en pro de los derechos humanos.
Las otras dos aspirantes son Nancy Pérez, doctora en economía, con amplia trayectoria en derechos humanos. Ha sido consejera honoraria de la CDHCDMX y secretaria ejecutiva. De hándicap carga que la propia Nashieli Ramírez la ha vetado, con lo que ello signifique. No es determinante esa postura, pero tampoco le ayuda en el sector que predomina en la Comisión actualmente, aunque en la lógica de que haya una renovación, pretenden que el grupo enquistado ahí ocho años vaya desalojando. Nancy Pérez es una candidata ideal y sería un triunfo para Brugada, doblemente, porque Nashieli Ramírez es en realidad cercana a Sheinbaum.
Dolores González Saravia, la candidata de Sheinbaum, es hermana de la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, acaso la mandataria estatal más cercana a Palacio Nacional, quien por cierto no asistió el domingo pasado al Informe de Brugada.
La experiencia de Dolores González como activista en diversas organizaciones de derechos humanos data de más de 25 años, aunque carece de licenciatura –como en su momento Nashieli Ramírez–. Dejó trunca la carrera de economía, pero goza de un apoyo político que cualquiera envidiaría.
La designación de la ombudsperson será definitiva para determinar si Brugada va a ganar terreno respecto de Sheinbaum para los próximos años de su gestión, o de plano tendrá que quedarse acorralada por Palacio, sin espacios políticos. Lo veremos.
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