Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Un día después del encontronazo entre las diputadas panistas América Rangel y Daniela Álvarez en el Congreso de la Ciudad de México, esta última pidió licencia por tiempo indefinido al cargo. En una primera versión, es consecuencia de ese enfrentamiento que se detonó porque no piensan igual sobre el aborto, tema intransitable en el PAN.
La segunda versión sobre la solicitud de licencia de Álvarez, contada por panistas, es que un pariente tuvo un problema de salud y pidió separarse del cargo para atenderlo y que su suplente asumiera para que estuvieran presentes todos los legisladores del PAN en la votación de la reforma de “Supremacía Constitucional”, como parte del Constituyente Permanente. La tercera versión, también de panistas, sólo cambia en la razón: que se fue de vacaciones.
La cuarta versión, también emanada de diputados del PAN, parece la más creíble: que se ausentó de una vez por la votación que se dará probablemente el jueves de la próxima semana: la despenalización por completo del aborto en la Ciudad de México, y derogación de los artículos sobre el tema.
Después del debate de este martes, las posturas expresadas por Daniela Álvarez dejaron claro que ella está de acuerdo con el aborto, al menos en ciertas circunstancias, lo que es absolutamente inadmisible en el PAN. Dijo así: “No se debe criminalizar a una niña de 14 años que sufrió pederastia, que fue violada, que tiene que padecer que su agresor está libre y que además le tiene que pagar medio millón de pesos por haber perdido el producto”. Una postura absolutamente justa, lógica, pero prohibida entre los panistas.
Esto lo dijo en respuesta a Rangel, quien había pedido un minuto de silencio por el producto que perdió en un aborto espontáneo Esmeralda, una niña de 14 años que estaba embarazada por una violación, y en proceso penal por lo mismo.
Es decir, todo apunta que Álvarez se ausentará para no votar contra la despenalización del aborto, que es ir contra su consciencia, y tampoco votar a favor, porque sería expulsada del PAN.
Su ausencia servirá para la unidad de la bancada panista, algo así como “sacar al fruto podrido”, pues la presencia de Álvarez con posturas contrarias a sus compañeros de bancada los dividiría, en un debate que sacará chispas contra sus adversarios del bloque mayoritario de Morena.
En el PAN el tema del aborto no transita, por más que Santiago Taboada haya dicho en campaña que se han abierto a discusiones tabúes, y que ahora anda haciendo política nacional para precisamente abrir el partido a posturas que incluyen la diversidad sexual o el uso de anticonceptivos.
No hay manera de que un panista vote a favor de la despenalización del aborto sin que sea motivo de expulsión de su partido. Sus estatutos establecen con claridad que están “a favor de la vida”, lo que significa estar en contra del aborto, porque para ellos es privativo de la vida y debe ser considerado un delito.
Por cierto, me han hecho una precisión: Rangel no forma parte de El Yunque, por más que quiera parecerse a ellos en sus posturas, pues esa organización de ultraderecha nunca la aceptaría porque está casada con un hombre divorciado, y eso es un sacrilegio entre los yunquistas.
El tema de la despenalización del aborto podría por fin unificar a la bancada del PAN –seguramente todos votarían en contra– y al mismo tiempo va a permitir que Daniela Álvarez, cercana a Taboada, mantenga su militancia panista y su consciencia a salvo, al no votar esta iniciativa. Lo veremos.
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