Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En varias Alcaldías, con especial énfasis Benito Juárez, Cuauhtémoc, Iztacalco y Tlalpan hay casi absoluta desorganización y descuido de los archivos oficiales de la administración de la demarcación. Con ello, las y los alcaldes están violentando lo establecido en la Ley y el Reglamento al respecto.
En el primero de los casos, Cuauhtémoc. La propia alcaldesa, Alessandro Rojo lo denunció hace unas semanas que de las administraciones anteriores le heredaron los archivos de la Alcaldía infestados de chinches, polilla y ratas en el área de resguardo.
Se comprometió a que en breve implementaría una labor profunda para salvar la documentación, así como generar un área de resguardo pulcra, que al mismo tiempo no ponga en riesgo la salud de los trabajadores. No ha comenzado con este proyecto.
Benito Juárez arrastra un problema ya de tiempo, pues hace varios años hubo una inundación en el edificio sede de la Alcaldía y resultaron afectados miles de expedientes, entre los que destacaron los de la ventanilla única, especialmente de manifestaciones y permisos de construcción. “Fue una conveniente inundación”, advirtieron sus opositores, por aquello del llamado “cartel inmobiliario”. No debió estar el acervo en un sótano.
El 11 de diciembre pasado, en el sótano del Deportivo Benito Juárez, a un costado del edificio sede de la Alcaldía, ocurrió un incendio en la carpintería, en el cual fallecieron cuatro trabajadores, pues los reportes indican que se dispersó el siniestro porque alcanzó un área de archivos, que tampoco estaban en el mejor de los sitios para garantizar su preservación.
La Alcaldía Iztacalco es otro caso en que hasta la administración de Elizabeth Mateos, concluida en 2015, había bastante orden en los expedientes archivados. Sin embargo, en los siguientes nueve años, tres de Carlos Estrada y seis de Armando Quintero descuidaron el área, los archivos se fueron extraviando, y los que prevalecieron se llenaron también de plagas. Para efectos prácticos, el acervo es inaccesible.
En Tlalpan, el caso es bastante parecido. A las denuncias de la actual alcaldesa de Morena, Gabriela Osorio contra su antecesora, Alfa González por presuntos hechos de corrupción, también hay acusaciones por falta de documentación, con la sospecha adicional de que de manera deliberada han destruido evidencias de hechos irregulares e incluso potencialmente delictivos. Ahí en Tlalpan ni siquiera hubo entrega-recepción. Alfa no le dejó a Osorio ni las llaves de la oficina, según denunció ella.
En todos los casos anteriores violentan la Ley de Archivos de la Ciudad de México, su Reglamento, y la normatividad en materia de transparencia, incluidos los artículos sexto y séptimo constitucionales. Es decir, la falta de archivos, desorden y mugrero en que se encuentran impide lo que establecen, de entrada, los artículos 7 y 12 de la Ley de Archivos, que los obliga a “identificar, clasificar, ordenar, describir y conservar de manera homogénea los documentos de archivo que produzcan, reciban, transfieran, obtengan, adquieran o posean, de acuerdo con los estándares y principios en materia”.
Lo más absurdo es que dos de estas Alcaldías son de origen panista, partido que tanto se opuso a la desaparición del INAI, pero que a la hora de ser gobierno no cumplen con lo que les toca en la materia. En el Congreso ya hay propuestas para modificar la Ley y establecer sanciones más fuertes que una multita para quien no preserve los archivos oficiales. Hay más Alcaldías que no cumplen. Lo veremos.
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