CIUDAD DE MÉXICO 31 DE JULIO (CDMX MAGACIN).- En un movimiento estratégico hacia la sostenibilidad y la seguridad hídrica, el Congreso de la Ciudad de México, a través de la Comisión de Hacienda, presidida por el diputado Pablo Trejo Pérez, anunció la integración de la Huella Hídrica en la agenda normativa y presupuestal de la capital.
Esta iniciativa se presenta como un asunto de seguridad nacional y bienestar social, crucial frente a la creciente presión demográfica, el cambio climático y la demanda de agua «virtual» en bienes y servicios.
Al inicio de la sesión extraordinaria de la Comisión de Hacienda, Pablo Trejo agradeció a los equipos técnicos el trabajo que hicieron, la revisión del documento que se presentaría, destacando su importancia para el desempeño legislativo eficiente.
La Huella Hídrica, que cuantifica el agua azul (superficial y subterránea), verde (de lluvia almacenada en el suelo) y gris (contaminada en la producción), se establece como una metodología precisa para diagnosticar puntos críticos de escasez y orientar políticas públicas y fiscales. Esta herramienta permitirá anticipar crisis, optimizar el uso de redes de distribución y evitar interrupciones en el suministro de agua a hogares, hospitales y escuelas. La integración de inventarios urbanos y sistemas de monitoreo en tiempo real facilitará la detección de fugas y la priorización de zonas vulnerables, garantizando una gestión más transparente de los recursos hídricos.
Desde una perspectiva fiscal, la implementación de la Huella Hídrica ofrece un marco robusto para la reasignación presupuestaria. Al cuantificar el retorno social y ambiental de cada proyecto, se podrá desplazar la inversión de infraestructura tradicional hacia tecnologías innovadoras como el reúso, la captación pluvial y el saneamiento ecológico, que generan un mayor valor público. Este enfoque basado en datos busca reducir la presión fiscal y prevenir incrementos tarifarios injustificados, impulsando un modelo de desarrollo sostenible.
Asimismo, se propone la inclusión de incentivos tributarios clave para movilizar tanto al sector privado como a la ciudadanía. Se contemplan bloques tarifarios ecológicos, deducciones en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) local o predial por inversiones en ahorro de agua, y la creación de fondos de resiliencia financiados mediante penalizaciones por consumos excesivos. Estas medidas motivarán a las empresas a adoptar procesos de producción más eficientes y ofrecerán ayudas focalizadas a los hogares, promoviendo la equidad y la justicia hídrica.
Para fortalecer la confianza ciudadana, se promoverá la gobernanza participativa a través de la creación de Observatorios Metropolitanos del Agua y Consejos Ciudadanos intermunicipales. Estos organismos permitirán a la sociedad civil un seguimiento activo de indicadores clave, la revisión de auditorías y la cocreación de soluciones. Este modelo no solo fomenta hábitos de consumo responsable, sino que también asegura que las decisiones presupuestarias respondan directamente a las necesidades de quienes dependen del agua para su vida diaria.
La Ciudad de México, a través de su Poder Legislativo, asume así la responsabilidad social de garantizar el derecho humano al agua como bien público esencial. Al incorporar la Huella Hídrica en su agenda, las diputadas y diputados de la Comisión de Hacienda demuestran un compromiso ético con la justicia social y ambiental, legislando con visión de futuro y solidaridad para proteger el bienestar de las generaciones presentes y venideras.
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