Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El ex jefe de Gobierno, Martí Batres, hoy director general del ISSSTE, encabeza una gran estructura electoral para retacar urnas el 1 de junio y que su hermana, Lenia Batres sea la candidata a ministra más votada, lo que la convertiría en presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con movilización electoral, además logrará su facción de jueces y magistrados.
Pero también Arturo Zaldívar, a pesar de que no tiene fuerza electoral, desde la posición que ocupa, como titular de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República, rasurando las listas y metiendo con fórceps a sus candidatos y haciendo favores, va a tener sin duda la facción más grande en el Poder Judicial. ¿Cuál pueblo? Los intereses partidistas, de grupos de intereses, de poder, por delante.
Así se van encaminando los comicios para jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la “elección más tramposa de la historia”, en palabras de Roberto Gil Zuarth, panista a quien no se le permitió competir para el cargo de ministro. Lo rasuraron, ha denunciado, como a cientos de candidatos que no son militantes, ni tienen algún referente o padrino en Morena.
Puede decirse que Lenia Batres es la candidata de la ‘nomenklatura’ de Morena, de los grupos radicales, de los “puros”, quienes quieren desterrar del partido a los que consideran pragmáticos.
De manera paralela al trabajo electoral de Martí, también hay una gran operación política para impulsar la candidatura de la ministra Yasmín Esquivel, quien es vista como la abanderada de una facción de los pragmáticos, de los intereses. Proviene del bloque empresarial. Su esposo es el constructor José María Rioboó, favorecido por jugosos contratos de lo que hoy se llama la “4T”, desde el gobierno de López Obrador en CDMX hasta la actualidad.
La candidata favorita de la facción de Zaldívar para la Corte es Fabiana Estrada, quien fue la coordinadora de su ponencia en la SCJN. También trae a un grupo de candidatos que tuvieron pase directo a la elección. A la gran mayoría se le atribuye absoluta cercanía con él. Los del “pase automático” son 75 jueces y 53 magistrados, entre penales y administrativos. Será la facción del ‘telefonazo’, un riesgo potencial de tráfico de influencias.
Jorge Romero, presidente del PAN, lo ve así: “Quizá es gente con capacidad, pero tienen una conexión directa, laboral, profesional, seguramente personal con quien hoy es un asesor del Poder Ejecutivo para poner personas en el Poder Judicial, cuando existe una división de poderes, en la Constitución. Lo mínimo que configuran es un conflicto gravísimo de intereses”.
En esta historia negra de Zaldívar, hay un capítulo que rememora Gil Zuarth: el procedimiento que hubo en su contra por parte del Consejo de la Judicatura. “Usaban los teléfonos para presionar a jueces y magistrados que resolvieron a favor del Gobierno. Hasta López Obrador reconoció que con Zaldívar le iba muy bien”, relata.
Él cree que habrá facciones en el Poder Judicial, y lo más probable es que Zaldívar tenga una más grande que otros líderes de Morena, en alianza con Julio Scherer, quien fue el Jurídico de la Presidencia de López Obrador. Tan solo de la ponencia de Zaldívar, hay nueve candidatos, más los que van a repetir que ya estaban con él. Ellos van a decidir cómo se juzga al pueblo, al narco, al adversario, al amigo, al empresario, al contribuyente. Lo veremos.
FOTO: Facebook Martí Batres