Glorieta de Colón
Medio mundo se preguntaba: ¿Como para qué Claudia Sheinbaum menciona en un mitin con Clara Brugada, que Omar García Harfuch no pudo asistir?
El tema no sorprendería, si no fuera porque ayer en Azcapotzalco, cuando la candidata presidencial informó a los presentes que el policía no había podido asistir, le ganó sin duda en el aplausómetro a Brugada, que estaba presente y es la candidata a la Jefatura de Gobierno. “No me toques ese vals”, debió decirle a Sheinbaum.
Lo que no sorprendió a nadie fue el enorme acarreo de Morena, pese a lo cual apenas lograron juntar unas 2 mil personas. Llevaron gente del SME, del Sindicato del IMSS, del gobierno capitalino, de ACME.
Ahí andaba Gabriela Jiménez, candidata a diputada, quien dicen está haciendo campaña de brazos caídos porque considera que le tocaba la Alcaldía. Pero experta en eso de la facturación, se la cobró a Morena con otra candidatura.
‘Cherto’ se resiste con Cuevas
Por más esfuerzos que haga y que los otros lo quieran disimular, la ex alcaldesa de la Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, al parecer sigue sin ser bien aceptada por el candidato a la Jefatura de Gobierno de MC, Salomón Chertorivski.
El domingo, de manera muy forzada él y la otra candidata al Senado, Alejandra Barrales, se tomaron una foto con Cuevas, y eso porque ahí andaba el cacique del partido, Dante Delgado. Pero al final se salieron ellos tres juntos, y dejaron ahí a Cuevas.
Uno menos en Iztapalapa
Este martes, el Congreso de la CDMX designará a los suplentes en ocho Alcaldías, entre las cuales destaca el caso de Iztapalapa, porque en la terna está incluido Raúl Basulto Luviano, a quien en el debate del domingo Santiago Taboada le atribuyó ser socio de empresas que recibieron contratos de la Alcaldía por cerca de 100 millones de pesos. Sin duda, no debería ser él.
Genera violencia Víctor Romo
Otra vez Víctor Romo descompuso uno de los eventos de las candidatas Claudia Sheinbaum y Clara Brugada. Fue en el Lienzo Charro, donde provocó un enfrentamiento entre militantes del PT y de Morena. Todo fue, porque Romo se siente dueño del territorio de la Miguel Hidalgo y mandó a gente de su equipo, como Irma Vázquez y Francisco Chanona, a impedir la entrada de los petistas porque, según él, no estaban en sus listas de asistentes. Para que se fueran, los empezaron a agredir: les arrojaron botellas de agua y les escupieron, hasta que se armaron los golpes. Hubo un lesionado de los petistas.