Glorieta de Colón
Una de las buenas noticias de este 2024 para la izquierda de la Ciudad de México es que el PRD conservó su registro y tiene un buen panorama, destacadamente por la cercanía histórica e ideológica con la fuerza política dominante, Morena, que en un futuro no muy distante enfrentará mayores problemas de confrontación interna, y el sitio natural para quienes tengan las posturas más moderadas sería el también llamado partido del Sol Azteca. Si bien el logro no es de una sola persona, hay que reconocerle a la presidenta del perredismo capitalino, Nora Arias, porque resistió y superó los embates de quien fuera presidente nacional del partido, Jesús Zambrano. El hecho aglutina otros méritos, por ejemplo, que lo logró a pesar de que Zambrano se agandalló los recursos del partido en la CDMX y boicoteó a Nora Arias quien, a pesar de todo, consiguió conservar el registro, lo que no ocurrió a nivel nacional y Zambrano se convirtió en el enterrador del partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas en 1989. Pese a todo, Zambrano todavía quiso arrebatarle el partido a la dirigente local, pero las autoridades electorales, locales y federales al final resolvieron dándole la razón a Arias, confirmándola como presidenta del Partido de la Revolución Democrática Ciudad de México, y de manera paralela también es la coordinadora del Grupo Parlamentario, con amplias posibilidades de crecer en el futuro cercano. El 2025 será un gran reto.
Silencio ominoso de Rojo
Pues así como tiró la piedra en contra de Ricardo Monreal para luego esconder la mano y guardar silencio ominoso, tal parece que la alcaldesa de la Cuauhtémoc, Alessandra Rojo, aplicó la misma en el caso de la supuesta denuncia por violencia política contra la mujer en razón de género, en contra del magistrado Armando Ambriz, quien en septiembre pasado encabezó la nulidad del proceso electoral en esa demarcación, para supuestamente favorecer a la hija de su compadre -a quien ya negó-, Catalina Monreal. Es muy fácil hablar, pero a la hora de probar…
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