Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Al sur poniente de la Ciudad de México, en la demarcación Benito Juárez, tal parece que se vive en el desgobierno, en la anarquía. Los afectados: habitantes de las colonias Mixcoac y Nonoalco, quienes padecen la invasión de autobuses del transporte público, “regulares” e “irregulares”. Les afectan todo su entorno urbano, la tranquilidad, la movilidad, la seguridad, el medioambiente. Y pese a las denuncias, desde abril a la fecha que se agudizó el problema, no hay solución.
Las autoridades omisas ante la flagrante violación a diversos ordenamientos son el Gobierno de la Ciudad de México (GCDMX), vía la Secretaría de Movilidad (Semovi), la Secretaría de Seguridad Ciudadana (Subsecretaría de Control de Tránsito) y el Instituto de Verificación Administrativa. También la Alcaldía Benito Juárez (BJ).
El problema radica en que el Centro de Transferencia Modal (CETRAM) de Mixcoac, que está afuera de la estación del Metro del mismo nombre, está totalmente rebasado, ante lo cual decenas de autobuses hacen base en calles de las colonias Mixcoac y Nonoalco. Ya generaron un caos.
Es evidente que cuentan, si no con la complicidad de las autoridades, sí con la tolerancia, porque no pasa nada. A pesar de las denuncias ciudadanas el problema avanza, pues con los autobuses que hacen base llegan otros problemas: vendedores ambulantes, mugre, bloqueo de banquetas, obstaculizan la visibilidad y lo aprovechan vándalos para beber alcohol, drogarse y hasta asaltar a los transeúntes, a los habitantes de la zona, donde predominan adultos mayores.
La paradoja es que los autobuses que más estorban son los “irregulares” de la Ruta 57, cuyo permiso les fue cancelado desde 2023 porque se vieron involucrados en homicidios por la imprudencia de conductores. Trabajan en la ilegalidad, en las narices de las autoridades, esas que no parecen existir.
En este caso se sospecha también de complicidad oficial, porque sin ésta no habría manera que operara la Ruta 57, a cuyos choferes incluso les han dado el “pitazo” para que se alejen cuando han realizado operativos. El Gobierno de la CDMX tampoco cumplió su promesa de establecer corridas de autobuses de RTP en ese trayecto que va de Puerta Grande (Álvaro Obregón) a Mixcoac.
Después de movilizarse en redes sociales y tocar en reiteradas ocasiones las puertas del GCDMX y de la BJ, vecinos de ambas colonias finalmente tendrán una mesa de diálogo con representantes de la Semovi y de la Alcaldía, otra autoridad que los ha decepcionado porque tras 100 días de gobierno siguen esperando que los atienda el alcalde Luis Mendoza.
La mesa de diálogo será el próximo miércoles. Los vecinos de Mixcoac y Nonoalco esperan que haya una propuesta concreta de solución por parte de las autoridades y que se implemente de inmediato, al día siguiente mismo, pues de lo contrario hablan de echar a andar su plan de movilizaciones y bloqueos: para empezar, el cierre de las dos principales avenidas de la zona: Patriotismo y Extremadura.
Para mayor infortunio del GCDMX y de la Alcaldía, a los vecinos afectados les sobran enojo y tiempo para protestar. La mayor parte son jubilados, por lo que no reparan en invertir unas horas de su vida para recuperar la tranquilidad en las calles de su colonia.
Así, por más que quieran seguir evadiendo el problema, el GCDMX y la Alcaldía Benito Juárez tienen que ponerle alto al caos, a la anarquía en Mixcoac y Nonoalco. Les va a salir más caro si continúa su omisión y les crece el problema. Lo veremos.
FOTO: Especial
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