Glorieta de Colón
Otra vez la jefa de Gobierno Clara Brugada incurre en una práctica de esas neoliberales que tanto desprecian ella, su líder moral, López Obrador y en general todo el movimiento de la 4T. Pero ese desprecio parece más de dientes para afuera, porque de alguna manera ahora Brugada ha privatizado el agua de consumo humano, ante su fracaso de 10 años –nueve de jefa delegacional o alcaldesa y uno como jefa de Gobierno– de llevarle a la gente agua potable a Iztapalapa. Brugada ha puesto en marcha 11 plantas potabilizadoras con las que pretende llenar garrafones que va a vender en 5 pesos, cuando debería ser gratuita, incluso más para resarcir el pendiente de que en las más de 400 colonias que pretende comercializarla no les llega agua entubada a sus casas y en el mejor de los casos se surten de pipas, que muchas veces tienen que hacer ‘vaquitas’ para pagarlas. ¿Y el derecho constitucional al agua?
Leche Bety no se olvida
A propósito del “Agua Bienestar” de Brugada, ojalá que en la UNAM y otras universidades de prestigio hagan análisis de la calidad y pureza, no vaya a ser que con eso de que su aliado principalísimo es Martí Batres, resulte que esté contaminada con algo así como heces fecales, como aquella ‘Leche Betty’ que marcó para siempre al hoy director general del ISSSTE.
¿Asistirá Sheinbaum?
En el Congreso de la Ciudad de México se está completando la lista de invitados para el discurso el próximo domingo de Clara Brugada ante el Pleno, por su Primer Informe de Gobierno. En primera línea está la presidenta Claudia Sheinbaum, quien también encabeza la lista de invitadas para el “festejo” que hará la misma Brugada el 26 de octubre en el Auditorio Nacional. Por lo que se sabe de la logística, a cinco días no hay señales de que Sheinbaum vaya a ir al Congreso, aunque nada está confirmado.
Totalmente perredista
Quien mostró el estilo totalmente perredista fue la coordinadora del Sol Azteca en el Congreso de la Ciudad de México, Nora Arias Contreras, al cuestionar el papel de la secretaría de la Contraloría del gobierno capitalino, en cuanto a que no debe convertirse en instrumento político, ni utilizarse para proteger intereses personales o partidistas.
Esto lo planteó previo a que rindiera protesta como nueva titular de la Contraloría la ex presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Nashieli Ramírez Hernández, pues aseguró que la ciudadanía exige resultados y claridad en el uso de los recursos públicos, además de sanciones. La también presidenta del PRD Ciudad de México recobró el sentido crítico perredista, señalando que esta es una oportunidad para reconstruir la confianza en las instituciones de control y vigilancia, toda vez que la capital merece una Contraloría que no sea complaciente ni sumisa, sino que ejerza sus facultades de control y vigilancia, sin filias ni fobias, además de castigar la corrupción venga de donde venta.
FOTOS: Especial
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