CIUDAD DE MÉXICO, 11 DE JUNIO, (CDMX MAGACÍN).- Operadores de 45 organizaciones de transporte público concesionado de ruta fija y 24 empresas de Corredores de Transporte, con un parque vehicular de 9 mil 350 unidades y capacidad de transportación diaria de más de 3.5 millones de usuarios, señalaron que, en relación con el aviso de incremento de un peso a la tarifa, anunciado por la Secretaría de Movilidad, no se sienten satisfechos, pero están conscientes de que un aumento mayor pudiera afectar seriamente a la economía de los usuarios.
En consecuencia, explicaron que, aunque esa medida no refleja el resultado de los costos e ingresos derivados de una tarifa técnica, suscriben los compromisos de mejorar el transporte en materia de seguridad, calidad en el servicio, mantenimiento y capacitación, así como continuar con el proceso de conformación de empresas y chatarrización de microbuses para mejorar el transporte en la Ciudad.
Los operadores, quienes agrupan al mayor porcentaje de unidades que circulan en la Ciudad de México (CDMX), solicitaron sin embargo que los resultados de estas medidas sean revisados en un plazo razonable para realizar los ajustes correspondientes, así como definir los apoyos y programas necesarios para alcanzar el objetivo de mejorar el transporte en la capital del país.
En un documento signado por agrupaciones como Movilidad de Vanguardia (Mova), Coalición de Agrupaciones de Transporte (CAT), Grupo Metropolitano de Transporte (GMT), Organización Democrática para la Movilidad Ciudadana (Ordemovil), y Movilidad Interurbana Integral y Turística, S.A.P.I. (MIIT), señalaron los siguientes antecedentes:
Conforme a lo establecido en la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, presentaron ante la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, la solicitud de revisión e incremento de la tarifa anual del Servicio. De común acuerdo acudieron a mesas de trabajo con la autoridad, en las que se presentaron y revisaron los costos de operación, niveles de demanda e ingresos por los servicios que prestan en unidades tipo autobús, microbús y vagoneta.
También, que desde hace cinco años no se ha incrementado la tarifa a pesar de que la inflación afecta sustancialmente los costos de operación y que, en su actividad, uno de los insumos principales es el combustible, que representa un gasto de más del 40 por ciento del ingreso, sin considerar los incrementos de refacciones y mantenimiento, que, junto con el salario de los conductores, hacen incosteable el servicio.
Asimismo, que derivado de la pandemia ocasionada por el Covid-19, se tuvieron disminuciones en la demanda e ingresos hasta en un 70 por ciento durante el periodo más crítico, lo que descapitalizó a las organizaciones y empresas que prestan el servicio de transporte público en la Ciudad de México.
Añadieron que, en consecuencia, sufrieron una crisis económica que afectó gravemente su economía, no sólo de las organizaciones y/o empresas, sino también de sus familias.
Por todo ello, reiteraron que no se sienten satisfechos con el incremento de un peso, pero están dispuestos a aceptarlo y que las medidas de mejoramiento del transporte público se revisen en un plazo razonable, sobre todo para apoyar a los usuarios, cuya economía se vería seriamente lesionada con un incremento mayor.