Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Si a nivel nacional el PRI tiene todavía entidades donde domina, como Coahuila y Durango y distritos electorales federales que puede ganar sin alianza, en el caso de la Ciudad de México está en etapa de desfallecimiento, tanto que si para el siguiente proceso electoral compitiera sin coaligarse podría perder su registro a nivel local.
Alejandro Moreno (a) ‘Alito’ lo sabe. Tiene claro ese diagnóstico adverso, pero no va a poder hacer gran cosa, porque ya se peleó con el PAN y el PRD, sus aliados este año, y con Movimiento Ciudadano parece imposible cualquier coalición, por un añejo pleito con el propietario del partido, Dante Delgado, quien busca ubicarse como la oposición que legitime al régimen.
‘Alito’ carga otro problema, infranqueable al menos ahora: el poder real del priísmo en la Ciudad de México lo tiene Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre (a) ‘El Basuritas’, quien carga más negativos que el propio ‘Alito’ –lo que ya es mucho decir–, pues desde diciembre de 2021 se encuentra en prisión. Enfrenta varios procesos penales, el más sonado por presunta “trata de personas”.
Quien representa los intereses del grupo político de ‘El Basuritas’ como presidente formal del PRI capitalino es Israel Betanzos, quien va por su reelección y ‘Alito’ no tiene argumentos para impedírselo, porque él mismo repite en el cargo debido a una reforma estatutaria, que incluso ya avaló el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Así que Betanzos tiene el camino despejado.
Por lo anterior, la tropa de ‘El Basuritas’ carece de autoridad moral para hacer política en la CDMX. Tienen algunos cargos en diferentes Alcaldías, producto de la alianza con el PRD y el PAN, partido del que emanaron cuatro de los cinco alcaldes de oposición. Al PRI le tocó siglar en la Cuauhtémoc y podría pensarse que ahí tiene mayor incidencia, pero en realidad la alcaldesa Alessandra Rojo les incumplió los acuerdos. Uno era que les entregaría el control de las áreas de vía pública y de mercados, pero les dieron Participación Ciudadana, a la cual renunció la priísta Maxta González 45 días después de asumir el cargo.
En este contexto, para tomar el control del PRI en la CDMX, ‘Alito’ va a conformar una delegación, como lo ha hecho en otras entidades de la República. En este caso sería delegada, pues el plan que tiene el priísmo a nivel nacional es designar mujeres cuya edad ronde entre los 30 y 40 años en todos los cargos de dirigencia, incluido el propio Comité Ejecutivo Nacional.
Esto no le garantiza nada a ‘Alito’, porque tan sólo en el caso de la CDMX requiere más que eso para salvar el registro de su partido. Hacia 2027 no pinta nada bien: se distanció de los panistas, partido que en su política de alianzas podría buscar un acercamiento con MC, que al menos hasta ahora ha dejado en claro que con el PRI ni a la esquina.
Si se hace un contraste aritmético de los votos que obtuvo en solitario MC en las elecciones de la CDMX en junio pasado, en muchos casos está por encima del PRI, lo que es atractivo para los panistas, que ya se aliaron a MC en 2018. El panorama del PRI es desolador en la CDMX. Lo veremos.
FOTO: Especial
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