Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El actual secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presenta como un gran logro el programa “Hecho en México”, como si fuera la gran respuesta a la imposición de aranceles para las exportaciones mexicanas a Estados Unidos. Y se atreve a congratularse de que la intermediaria que controla la mayor parte del comercio de tiendas de autoservicio, Walmart, se ha sumado al plan.
Sin embargo, hay dos hechos truculentos que Ebrard no menciona. El primero: cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal (2006-2012) asestó un golpe letal a la economía social de la capital, principalmente contra comerciantes de las famosas tiendas de la esquina de la colonia, las misceláneas, pero también contra los mercados públicos. Ebrard y quienes fueron jefes delegacionales en aquella época permitieron la apertura indiscriminada de tiendas de la cadena Walmart, que incluyen las Bodega y Bodeguitas Aurrerá, Superama, Sams. El número de sus establecimientos aumentó más del 300%. Tenían 310 cuando llegó Ebrard y mil 384 cuando se fue, según informó en su momento la secretaria de Desarrollo Económico. En esa época, su hermano Eugenio Ebrard era alto directivo del corporativo Walmart. Ahí el detalle.
El segundo hecho: el propio Ebrard, pero también un diputado local plenamente a su servicio, Alejandro Carbajal, destacan ahora la adhesión de Walmart y sus tiendas al plan “Hecho en México”, pues dicen que van a comercializar sólo productos nacionales. Lo ofrecen como si le hicieran un favor al país. En realidad, se van a ahorrar costos para obtener mayor utilidad, pero seguro no van a dejar de vender productos asiáticos, principalmente chinos, que por chafas, dan utilidades hasta del 500%.
¿Quién le va a creer a esa empresa que va a meter sólo lo hecho en México, cuando les pone muchas condicionantes a los productores nacionales? En realidad, los trámites que exige parecen orientados a que no puedan cumplirlos para no dejarles entrar a sus tiendas.
La semana pasada, esto lo confirmaron comerciantes de Xochimilco, en una conferencia en el Congreso de la Ciudad de México, quienes relatan que además tienen que dejar sus productos a consignación en esa tienda y suelen tardar en pagarles hasta 90 días después, lo que se venda. Se complica más cuando son perecederos. Y de pilón, la utilidad se las castiga terriblemente la empresa.
En realidad, es enorme el daño que ha causado Walmart a los productores nacionales con una competencia desleal de un monstruo contra pequeños empresarios, pero siempre ha contado con la complacencia de las autoridades, aunque con diferentes niveles de responsabilidad. El caso de Ebrard es mayor, porque durante su administración en el DF permitió que se abrieran casi mil 100 sucursales de toda la cadena.
Brugada sabe de este grave daño causado por la ‘sospechosista’ permisividad de Ebrard, quien por cierto antes de concluir su administración, en agosto de 2012, presentó un dictamen de que supuestamente fueron regulares sus más de mil permisos y se cumplió con el uso de suelo. De lo que ya no quiso hablar es de que arruinó a productores y comerciantes nacionales.
Es pura mercadotecnia de Walmart eso de sumarse a la campaña “Hecho en México”. Seguro no va a reflejarse en mejoras para los pequeños comercios y productores nacionales. Probablemente el que sí puede ayudarles un poquito es el programa Mercomuna de la jefa de Gobierno, que son apoyos para gente de alta vulnerabilidad social que sólo pueden canjearse en comercios locales de las colonias, barrios y pueblos originarios. El panorama es desolador. Lo veremos.
FOTO: RRSS / Especial
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