Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En 2009, el entonces presidente Felipe Calderón bloqueó las aspiraciones de Jorge Romero para pasar de diputado local en la CDMX a diputado federal, porque impuso a su secretario particular, César Nava como candidato del Distrito 15, con cabecera en Benito Juárez.
Sin siquiera imaginarlo, con su veto, Calderón le hizo un favor a Romero, porque lo puso en una circunstancia que le permitió construir su carrera política. Como no alcanzó espacio en el Congreso, el jefe delegacional ganador en Benito Juárez, Mario Palacios Acosta lo hizo su jefe de Gabinete. En esa posición, Romero construyó su red de poder en el panismo de la Ciudad de México, lo que no habría logrado desde la Cámara de Diputados.
Como el anterior, hay otros momentos de punto de quiebre en la trayectoria de Romero. En 2006 quería ser diputado local, pero no lograba reunir las firmas de consejeros panistas para avalar su candidatura. El apoyo clave se lo otorgó el grupo político que encabezaba Margarita Saldaña, ex alcaldesa de Azcapotzalco, quien en aquellos días tenía mucha fuerza en el panismo capitalino. A Mauricio Tabe lo ayudó igual tres años después.
En 2012, con el respaldo de Mario Palacios, Romero se hizo candidato del PAN a la Jefatura Delegacional de Benito Juárez, que estuvo a punto de perder frente a la entonces perredista Leticia Varela. Romero logró 95 mil 022 votos, el 39.63%, y ella obtuvo el 39.42%, un total de 94 mil 524 votos. Es decir, apenas 498 de diferencia, el 0.21%. En realidad, el jefe de Gobierno ganador, Miguel Mancera (PRD, PT y MC) cedió la demarcación: pidió a Varela ya no asistir a la audiencia definitiva de la impugnación del PRD al resultado electoral. Ese favor se lo tuvo que pagar Romero a Mancera cuando fue jefe de Gobierno. Un ejemplo: ayudarle a que se reanudara la construcción de la polémica Torre Mitikah, hoy el edificio más alto de la ciudad, con 68 pisos y 267.3 metros de altura.
Desde la Jefatura Delegacional, Romero se apoderó del PAN de la Ciudad de México, de la mano con Tabe, quien fue presiente del partido de 2012 a 2018. O sea, van más de 12 años que ellos controlan todo.
Romero salió en 2015 de la Benito Juárez para convertirse en diputado local de la última Legislatura de la Asamblea Legislativa del DF, donde hizo alianza total con el mismo Mancera y sus operadores, Leonel Luna, el coordinador, y Mauricio Toledo, para manejar el destino de más de 8 mil millones de pesos para la reconstrucción de la CDMX, tras el terremoto del 19s de 2017. Luna, Toledo y Romero fueron acusados de haber desviado buena parte de esos recursos para campañas políticas y a sus bolsillos, pero nunca se les ha probado nada.
Luna falleció en marzo de 2021 en un accidente, y a Toledo lo acusaron de enriquecimiento ilícito, pero huyó a Chile y el gobierno de Claudia Sheinbaum no pudo ganar su extradición para ser juzgado en México. A Romero lo siguen acusando de irregularidades en el manejo de ese fondo para la reconstrucción, lo mismo que de ser el “jefe del cartel inmobiliario” de la BJ, pero nunca le han probado nada, a pesar de los casi 5 años del gobierno de Claudia Sheinbaum en la CDMX y 2 de Martí Batres.
Estas son unas estampas que ilustran un poco la suerte de Romero, quien el próximo lunes rendirá protesta como presidente nacional del PAN. Promete mucho y, de todo, su mayor reto será conducirse con verdadera humildad. Lo veremos.
FOTO: Especial