Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Seguramente Clara Brugada y Alejandro Encinas sabían que desde Palacio Nacional lo iban a enviar al exilio como embajador de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), porque en al menos dos eventos internacionales, en julio y agosto, la jefa de Gobierno lo mandó en su representación.
Primero fue el 18 de julio. En el “Diálogo Local Multiactor, Alianzas hacia la Construcción del Marco de Cooperación de la ONU en México y su contribución al Desarrollo Sostenible 2026-2031”, Encinas representó a Brugada, acompañando a quien ahora es su jefe, el canciller Juan Ramón de la Fuente.
Luego, el 1 de agosto también a nombre de Brugada, Encinas estuvo en la inauguración del “Congreso Panamericano CDMX 2025”, donde alertó que “con el regreso de gobiernos con tentaciones autoritarias, actitudes xenófobas y supremacistas están en riesgo la democracia, las libertades y los derechos alcanzados en países como en México”. No detalló si se refería a gobiernos tipo el de Donald Trump o el de Morena en el país.
Esos fueron los momentos en que públicamente Brugada y Encinas dejaron entrever que conocían algo sobre su inminente destierro. A sabiendas o no, durante un año nadó Encinas nadó de ‘muertito’ como titular de la Secretaría de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana (Metrópolis), en donde podría decirse que pasó de noche.
Su momento estelar debió haber sido la conclusión de los foros contra la gentrificación, pero se quedaron cortos. Ni siquiera cubrieron todas las demarcaciones territoriales (faltaron 3) y no existe una relatoría que permita a los especialistas en la materia y a la sociedad tener una conclusión, un diagnóstico y de ahí una propuesta de solución.
Todo esto era parte del “Plan Maestro” integral contra la gentrificación, cuyo primer paso fue el “Bando 1” decretado por Brugada, cuyo objetivo precisamente era ese diagnóstico integral para generar un plan a modo, con insumos de reformas legales y políticas públicas para generar vivienda asequible a la población y frenar el alza desproporcionada en los precios de renta y venta, fundamentalmente en 12 colonias focalizadas en la Cuauhtémoc y la Miguel Hidalgo.
En la hoja de ruta estaba contemplado que a finales de septiembre presentarían el paquete de iniciativas: “Ley de Rentas Justas, Razonables y Asequibles”. También la creación de la “Defensoría de los Derechos Inquilinarios”. Además, acotar verdaderamente a lo que llaman “plataformas de estancias cortas”, tipo Airbnb; establecer el “Índice de Precios de Alquiler Razonable” y convertir en realidad el financiamiento gubernamental para vivienda de bajo costo.
Todo quedó en buenos deseos y Encinas dejó todo a la deriva para irse a Washington, donde percibirá de salario tope de 13 mil dólares mensuales, más un máximo de 4 mil dólares mensuales para renta de vivienda. O sea, hasta 17 mil dólares, unos 300 mil pesos mensuales. Exilio dorado.
Otro pendiente de Encinas: no se sabe qué deja de avances en el Programa General de Ordenamiento Territorial, ni del Plan General de Desarrollo, que se supone deberán estar en diciembre.
Tampoco se le conocen logros concretos en vivienda, movilidad, el tema hídrico, que problemas que están a punto de colapsar en la CDMX. La rebatinga en el equipo de Brugada por sustituir a Encinas ya se desató, aunque puede haber sorpresas para ellos y que la presidenta Claudia Sheinbaum designe al relevo. Lo veremos.
FOTO: GCDMX, 18 de julio 2025
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