Carlos Díaz de León Valdez
Hoy México, sufre grandes pérdidas en libertades: 1) de tránsito porque es muy peligroso viajar por carreteras; 2) económicas por el derecho de piso, la extorsión y el estatismo; 3) de creencias por las misas mañaneras ideologizantes y adoctrinarias; 4) de enseñanza por una educación ideológica y con odio de clase; 5) de manifestación por las vallas del zócalo; 6) de información por la desaparición del INAI; 7) de pensamiento porque la televisión pública se convirtió en MorenaTV y el control del gobierno de los medios electrónicos; 8) de elección por la captura y control del INE y el TRIFE, y con ello los árbitros son parciales; y 7) del Poder Judicial por la elección partidista de jueces, magistrados y ministros, y la ley se politiza. En síntesis, Morena desprecia la libertad y sin libertad no hay vida.
Veamos el milagro del liberalismo: el capitalismo empezó a aplicarse en un mundo en el que vivían 1000 millones de personas y el 95% eran pobres. Hoy, con poco más de 200 años de capitalismo, el planeta ha multiplicado por 8 su población y redujo su pobreza al 5%. El mundo capitalista creció más que en los 18 siglos anteriores, y jamás la humanidad estuvo mejor que en el capitalismo.
La población mundial en 1810 eran 1000 millones, en 2000 éramos 6200 millones, y hoy somos 8 mil millones. Antes del capitalismo, el 95% de población mundial vivía en la pobreza, ahora con una población 8 veces mayor, la pobreza está en el 5%, por tanto, es una falsedad expresar que el capitalismo es un fracaso y decepción.
La clave para el desarrollo es la libertad, porque los países libres son 8 veces más ricos que los reprimidos. El decil más bajo o los más pobres del país libre, están 11 veces mejor que el del reprimido, y tienen el doble de ingreso que el promedio del reprimido. Los pobres del país libre en mejor condición que el 80-90% de la población del reprimido, y tienen 25 veces menos pobres en formato estándar y 50 veces menos en el formato extremo; en resumen, cuantitativamente el diferencial es enorme. Inadmisible e incomprensible el por qué los gobiernos populistas y autocráticos le tienen tanto miedo a la libertad.