De la Ciudad
Por Guillermo Pimentel Balderas
En el Congreso capitalino, el pasado martes 18 de marzo se votó a favor de “prohibir la sangre” en las Corridas de Toros. O sea: Sin carnitas ni “matador”. ¿Podría ser una decisión y solución maquinada? Posiblemente, el tiempo… y la historia, pondrán a cada quien en su sitio… en su justa dimensión.
Y, ¿los rastros clandestinos, el maltrato animal en los mercados como el Mercado Sonora; las “peleas” de gallos y de perros… el uso de animales en experimentos científicos y cosméticos… el tráfico de especies, ¿el abandono y el maltrato de los seres sintientes?
Al parecer, no hay congruencia con los derechos de los animales. No hay duda de que el debate enfrenta tradición, cultura y dineros contra protección animal.
Recordemos que la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas del Congreso local aprobó por unanimidad el dictamen a la “iniciativa ciudadana” relativo a la tauromaquia. ¿Arte o tortura? ¿Una tradición o maltrato y crueldad animal?
Cabe señalar que esta iniciativa ingresó al Congreso capitalino como preferente, al tener el apoyo de más de 27 mil personas (firmas acreditadas), luego de que ¡se postergó casi dos décadas!
Pero, vale la pena discurrir sobre el punto de vista al respecto que, la diputada Tania Nanette Larios Pérez dio a conocer a los informativos en el sentido de que “el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso capitalino, exige congruencia por los derechos de los animales y dejar a un lado la hipocresía”.
En su documento, la joven legisladora reconoció y se congratuló que, el Congreso de la Ciudad de México diera un paso histórico en la reivindicación de los derechos de los seres sintientes al prohibir la sangre en las Corridas de Toros.
Sin embargo, recordó que tras años de obstáculos que impidieron avanzar en la regulación de las corridas de toros y espectáculos taurinos, por fin se da este ejercicio democrático y que, puede reflejar un cambio de paradigma social.
Reflexiona la coordinadora del GP-PRI, al reclamar: “debe existir la congruencia en la lucha por la justicia animal para no ser hipócritas”. Explica que hay que erradicar los rastros clandestinos y garantizar la aplicación de la ley.
Además, puntualiza que se debe abordar también la situación del tráfico de especies, el abandono y el maltrato animal en los mercados, como es el caso específico del Mercado de Sonora. Inclusive, subraya: “es nuestra responsabilidad erradicar el uso de animales en experimentos científicos y cosméticos”.
Todos estos flagelos, lamenta, siguen siendo problemas sistémicos en nuestra ciudad que requieren acciones inmediatas. “Para el Grupo Parlamentario del PRI, esta lucha en favor de los seres sintientes comienza hoy. Respetar la vida y la integridad de los animales no es solo un deber ético, sino una obligación jurídica”, afirma.
Cabe destacar que en los próximos meses, el Gobierno de la Ciudad de México tendrá la responsabilidad de dar cumplimiento a esta reforma mediante la expedición de reglamentos y normas secundarias, por lo que se exhorta a poner especial atención.
Por otra parte, es de tomar en cuenta lo dicho por la diputada, Daniela Gicela Álvarez Camacho (PAN), presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas quien reconoció que “cuando existen voluntades de avanzar se pueden lograr verdaderos consensos, en un tema tan complicado, en el que es difícil que haya coincidencias al cien por ciento”.
Entonces… queda en el aire qué es la tauromaquia: ¿Arte o tortura? ¿Una tradición o maltrato y crueldad animal?
Cabe preguntar: ¿este será el principio del fin de maltrato hacia los seres vivos no humanos en la Ciudad de México? Pues… con la ayudadita de la Jefa de Gobierno, la morenista Clara Brugada, puede ser posible, si es que no van por delante intereses políticos. Como dice mi abuelita: ¡Veremos…!