Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Cuando el lunes estaban reunidos la jefa de Gobierno, Clara Brugada, y todo su Gabinete de Seguridad, ya tenían información del pronóstico del tiempo, de que a las 16:00 horas caería una “tormenta” en la Ciudad de México, pero todos se quedaron de brazos cruzados.
Nadie fue capaz de reaccionar de manera anticipada ante la alerta con algún operativo vial, de movilidad y menos de protección civil, para enfrentar el fenómeno meteorológico que vendría, del que a las 08:10 advirtió en su cuenta de X la Secretaría de Gestión Integral del Agua (SGIRPC): “Lluvia débil por la mañana, con incremento de nubosidad y tormenta por la tarde”.
Bien pudieron en ese momento preparar el despliegue de lo que ahora pomposamente llaman “operativo ‘Tlaloque’ en Alcaldías”, que implementaron tras el colapso de avenidas importantes y muchas calles de la capital. Más vale tarde, que nunca, reza el dicho.
La realidad es que Brugada andaba en otro canal. Promovía de manera frívola que había celebrado otra de sus reuniones en que lo más destacado son las bonitas presentaciones que hacen en Power Point. A las 10:45 horas, la jefa de Gobierno posteó en X: “Como todos los días, tuvimos reunión del Gabinete de Seguridad por Cuadrantes, en esta ocasión junto a la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavez”.
Ahí el colmo del problema: la zona más afectada fue Iztapalapa, la demarcación territorial que encabezó Brugada durante casi una década, y donde está demostrado que no pudo con el tema hídrico, ni para dotar de agua potable a los habitantes, ni para el drenaje. En Calzada Ignacio Zaragoza la inundación alcanzó más de metro y medio, según datos oficiales.
La gente en la zona ya llegó a su límite y este martes de manera espontánea se fue orquestando una movilización que terminó en el bloqueo de esa calzada, para exigir a Brugada y a Alavez que atiendan el problema.
Clásico del Gobierno capitalino desde los tiempos de la hoy presidenta Claudia Sheinbaum, no reconocen la gravedad de los acontecimientos. No sé si es más la ignorancia o el cinismo, pero el área de Comunicación Social –en que sigue al rojo vivo la confrontación entre dos facciones– informó de “65 encharcamientos, seis solucionados”. Burdamente trataron de tapar el sol con un dedo. De esas 65, en muchos casos se deben considerar inundaciones. Incluso, en su propio boletín se contradice el GCDMX, pues reconocen que en la Zaragoza, “antes de subir el puente de la Condordia, se registró un espejo de agua de un metro y medio de altura”. O sea, no es un “encharcamiento”.
Desde hace 8 meses que arrancó su gobierno, Brugada se la ha pasado de promesa en promesa, que va a ampliar la cobertura de programas sociales, que va a crear otros, pero prácticamente abandonó el tema hídrico, ni del agua potable ni del drenaje. Se entiende, porque nunca pudo con el problema en Iztapalapa. Hoy está más difícil en la CDMX, pues si no pudo lo menos, no podrá con lo más.
A pesar de la gravedad de las inundaciones del lunes que de manera parcial colapsó a la CDMX, el Gobierno de Brugada anda totalmente despistado, desubicado. Este martes, en vez de que orientara todas sus baterías en un plan emergente de contingencia, prefirió ocuparse de la presentación del “Plan Ciclista 2025-2030”. Ahí están sus prioridades, y ello explica por qué va en detrimento su gestión, con un panorama, tristemente, sombrío. Lo veremos.
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