Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El enfrentamiento por apoderarse del Canal del Congreso de la Ciudad de México va a calentarse aún más en los próximos días, conforme se avance la discusión y dictamen de la iniciativa de reforma morenista a la Ley Orgánica de ese Poder Legislativo, que contempla que la Coordinación de Comunicación Social quede subordinada al que se llamará “Canal de Televisión”.
Desde grupos de diputados en el Congreso hasta en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México ven con apetito el Canal, que ha sido descuidado desde 2018 por Morena, pero ahora podría recibir nuevos bríos, además de ser un botín político y presupuestario.
Un grupo de diputados que quiere tomar el control de ese Canal es de los que se hacen llamar bancada de “Harfuch” –el secretario de Seguridad Ciudadana federal–, todos legisladores de Morena, que en lo personal o sus jefes políticos apoyaron al policía en la contienda interna por la candidatura a la Jefatura de Gobierno, en 2023.
Uno de ellos es Víctor Romo, en alianza con el ex diputado José Luis Rodríguez –hoy subsecretario con Harfuch–, todavía con presencia en el Congreso, y a quien hay que reconocerle que desde la Primera Legislatura, allá por 2019, fue de los que más apoyó al Canal del Congreso, en los tiempos que lo bien dirigía Ricardo Rocha (qepd).
El último director del Canal, Diego Saturno, quien renunció hace poco más de un mes al cargo, es parte del equipo de José Luis Rodríguez. Se fue a laborar con él a la Secretaría.
La carta de Romo para dirigir el “Canal de Televisión” ya está de avanzada en Comunicación Social en un cargo de segundo nivel, pero quiere que en octubre lo asciendan a director, en donde dispondrá de al menos 25 millones 700 mil pesos –adicionales al personal–. Por cierto, el Congreso no ha informado cuánto y en qué ha ejercido este presupuesto en 2025.
Otro grupo que ve con mucho apetito el Canal es el de los Batres. Según ellos le saben al asunto, porque en su familia hay periodistas, pero sobre todo por la cercanía que tuvo Martí con Virgilio Caballero (qepd), creador del Canal del Congreso (federal), y muy respetado a nivel internacional en temas de libertad de expresión y medios públicos. Lo malo es que le aprendieron a la inversa.
En el Gobierno de la CDMX, de Clara Brugada, les interesa también la posición, porque además de extender sus tentáculos hacia el Congreso, les podría resolver un enorme conflicto que prevalece: el choque permanente entre la coordinadora de Comunicación Social, Ana María Lomelí, enviada desde Palacio por el no licenciado Alfonso Brito, y el grupo de la jefa de Gobierno, que encabeza Luz María Avilés, su brazo derecho en el tema desde más de una década.
La salida de una de ellas acabaría esa disputa, que en realidad de fondo es por los recursos del área, pues para este 2025 en “Servicios de Comunicación Social y Publicidad –capítulo 3600–, les asignaron un jugosísimo monto de mil 059 millones de pesos, según esto para difusión de actividades de gobierno y campañas institucionales, que no se ven por ningún lado.
Hasta ahora, la batalla la va perdiendo Lomelí, porque la imagen de la jefa de Gobierno está por los suelos, a pesar de tanto dinero. Sólo se sostiene en niveles aceptables porque reparte más de 17 mil millones de pesos en programas sociales.
Hay más cartas que trae bajo la manga la diputada coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo, y ahí es donde seguramente está el verdadero as. Lo veremos.
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