Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
PARÍS, Francia. –Los Juegos Olímpicos no le dejaron gran cosa en nueva infraestructura deportiva a esta capital, pero sí se quedaron con otras ganancias: una ciudad más limpia, incluido el río Sena; pruebas de facto que su plan antiterrorista “Vigipirate” funcionó; reforzamiento de su labor centenaria contra las inundaciones y hasta el muy famoso caballo de acero Zeus, que quizás algún día termine en el Museo de Louvre.
Previo a la justa olímpica, había muchas quejas, evidencias de que en toda la ciudad había descuidos en el servicio de limpia: tardaban varios días en recoger los contenedores de basura que hay por las calles, y también los desechos que la gente suele dejar fuera de sus departamentos, edificios. Al menos en las zonas turísticas hubo una mejora sustancial.
Ocurrió como cuando alguien hace una reunión importante en su casa y la arregla previamente para dar la mejor impresión a sus invitados. Así París se puso a trabajar contra este problema de suciedad que casi tres meses después de terminados los Juegos Olímpicos prevalece con la inercia de control.
La limpieza más importante que hicieron fue del río Sena, el principal que atraviesa esta ciudad. Comenzaron a trabajar desde 2017 que les dieron la sede de los Juegos Olímpicos. Datos oficiales indican que invirtieron en este periodo casi mil 500 millones de euros (unos 33 mil millones de pesos) para limpiar el caudal que fue acaso el principal atractivo de la inauguración de la justa olímpica. Pero más allá de eso, lograron que en esas aguas se celebraran competencias: el triatlón y el maratón de natación. Construyeron una cuenca para ahí tratar el agua antes de que llegue a la zona de París. Ese sistema que se quedó para la posteridad, y al mismo tiempo reforzó el drenaje, para que París no se vuelva a inundar, como lo han evitado desde hace más de un siglo.
Los franceses también tuvieron como ganancia que se probaron a sí mismos que “Vigipirate”, su sistema antiterrorista funciona. Desde el inicio del año, días antes y durante los Juegos Olímpicos tuvieron focos rojos de un ataque, y sin embargo lograron que todo transcurriera con saldo blanco. También contaron con el enorme apoyo de policías de la mayor parte de las naciones participantes, que ayudaron con la seguridad de sus propios atletas.
Para la posteridad: uno de los protagonistas no humanos de los Juegos Olímpicos de París yace ahora en el Palacio de Versalles, el legendario castillo de más de 400 años de historia, tan importante como que ahí se firmó la paz de la Primera Guerra Mundial, en 1919. Se trata del caballo de acero robotizado Zeus, llamado así en honor al creador de los juegos Olímpicos de la Grecia Antigua. Lo vimos “galopar sobre el agua” del Sena el día de la inauguración, en un trayecto de kilómetro y medio que fue espectacular. Zeus ya estuvo exhibido en el centro de París, durante agosto y septiembre. Lo que prevén es que el caballo sea expuesto en otros sitios en los próximos meses, quizás años, y no dudan en que pueda terminar en el Museo de Louvre, catalogado como el más grande del mundo.
Ahí estáen los hechos y en simbolismo la ganancia de París por haber sido sede de los Juegos Olímpicos. Ahora que la jefa de Gobierno, Clara Brugada ya instaló él Comité Organizador del Mundial de Futbol 2026 en la CDMX, no tienen mucho tiempo para hacer algo espectacular. Deberían optar por algo muy práctico, útil para la gente, y no sólo un recuerdo. Cuando ese Comité tenga un plan real, lo veremos.
FOTO: CDMX Magacín