Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
La frustración tiene obnubilado al diputado federal de Morena, Víctor Hugo Lobo Román, porque ahora ataca a funcionarios de su propio partido, en este caso el secretario de Gobierno de la CDMX, César Cravioto, por un tema que no es de su partido, sino del PRD Ciudad de México. Todo, porque sigue sin asimilar que no pudo arrebatarle el partido a Nora Arias, quien es su presidenta legal y legítima.
Ese fracaso llevó al ex perredista Lobo Román a ordenar a su hijo, el diputado local Víctor Hugo Lobo Rodríguez, también de Morena, a hacerle un desplante a César Cravioto el día de su comparecencia ante el Pleno del Congreso capitalino, el martes de la semana pasada. Ese día, el diputado “Lobito” –producto del nepotismo de su padre– sólo acudió a pasar lista –para que no le descontaran el día– y se retiró.
Tanto el padre como el hijo perdieron la consciencia política, pues no cayeron en la cuenta que son diputados de Morena, el mayor por el Estado de México –expulsado de la CDMX– y el otro por la capital del país, donde el principal operador político es Cravioto, a quien le hizo un desdén político en un momento importante.
Lobo Román olvida que es diputado federal de Morena por el Estado de México y obtuvo esa candidatura debido a que al final de la Legislatura pasada y durante la campaña apoyó a ese partido, forzado porque enfrentaba investigaciones por su evolución patrimonial, que en cualquier momento le podrían revivir, si incumple los acuerdos y continúa atacando a Cravioto y otros morenistas.
Lo peor es que los Lobo han incurrido en esa actitud no por un afán democrático, no por los militantes del PRD, sino por meros intereses personales. El padre pretendió imponer como presidente del Consejo Estatal del partido en la capital del país a su otro hijo, Alan Lobo Rodríguez, quien hasta hace unos meses ni siquiera tenía interés por la política y de pronto le surgió. Es evidente que no tiene la trayectoria, las tablas para encabezar tal Consejo, y sólo va a ser el prestanombres del padre. Toda una ofensa para morenistas y perredistas.
Lo evidente es que los diputados Lobo toman posturas desde Morena contra destacados integrantes de Morena por intereses personales, pues la familia se quiere quedar el PRD de la capital, y no importa si para ello tienen que atacar, desde Morena a destacados morenistas.
Son puros intereses personales. Sólo el afán de manejar los recursos públicos que le tocan al partido, sin decencia, porque apenas hace unos días la Auditoría Superior de la CDMX hizo público un informe de auditorías al PRD capitalino, en que le detectaron irregularidades a la gestión de Adriana Sigler, asistente de Lobo Román como titular de la Secretaría de Finanzas en 2023: adeudos al IMSS, al SAT, empresas fantasmas, contratos simulados, desvío de recursos, así como trabajadores inexistentes –aviadores–, en quienes erogaron más de 4 millones de pesos.
Para eso quieren el partido, pues se quedan de brazos cruzados ante hechos tan graves como un feminicidio sucedido en las instalaciones del PRD de Cuajimalpa, en momentos en que estaba allanado, según perredistas, por gente que contrataron Lobo Román y Jesús Zambrano, quienes ya perdieron ante Nora Arias. Lo veremos.
FOTO: Facebook – Luz Rocha







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