CIUDAD DE MÈXICO 20 DE JULIO (CDMX MAGACIN).-Durante el foro “Cuidar es resistir. Madres Cuidadoras de Niñas, Niños y Jóvenes con Discapacidad”, organizado por el diputado Pablo Trejo Pérez y celebrado en la Alcaldía Iztacalco, madres cuidadoras alzaron la voz para visibilizar la realidad de miles de mujeres que sostienen la vida en condiciones de desigualdad y abandono. El evento contó con la participación de autoridades del Instituto de las Personas con Discapacidad de la CDMX, de la Secretaría de Bienestar, de legisladoras y colectivos ciudadanos.
Víctor Manuel Lizama Sierra, subdirector de Vinculación Interinstitucional del Instituto de las Personas con Discapacidad (INDISCAPACIDAD), agradeció la organización del foro y destacó datos alarmantes: “La Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022, revela que en México, 31.7 millones de personas de 15 años o más brindan cuidados, de las cuales, el 75.1% son mujeres. Según la CEPAL, las mujeres dedican en promedio 64.8 horas semanales al trabajo, de las cuales, 42.8 son no remuneradas”.
Lizama subrayó que la Jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, ha planteado como prioridad la implementación del Sistema Público de Cuidados, “para revalorar, redistribuir y reducir las horas dedicadas al cuidado, en cumplimiento con lo establecido en la Constitución de la Ciudad de México”.
Las intervenciones más destacadas del foro vinieron de las propias madres cuidadoras, como Lucía Díaz Padilla, quien narró la doble carga que enfrentan: “No sólo somos mamás cuidadoras, muchas veces también tenemos alguna discapacidad. Esperamos ser escuchadas y que no sólo sea en una alcaldía, sino a nivel nacional, porque la discapacidad está en todos los lugares”.
Díaz Padilla pidió apoyo psicológico, económico y reconocimiento pleno. “Nosotras como cuidadoras tenemos mucha carga de trabajo y emocional. Si no estamos bien física y mentalmente, ¿cómo vamos a cuidar a nuestras hijas e hijos?, necesitamos atención nosotras también”.
Por su parte, la diputada Miriam Valeria Cruz, presidenta de la Comisión de Salud del Congreso de la Ciudad de México, reconoció que escuchar directamente los testimonios cambia la percepción: “No es lo mismo venir a escuchar lo que ustedes viven, que estar allá en el Congreso. Las historias que compartieron son distintas, pero nos une un objetivo común: nuestras hijas, nuestros hijos, nuestras personas cuidadas”.
Cruz mencionó el proyecto de las Utopías en Iztapalapa como ejemplo de atención integral a personas con discapacidad, y recalcó que el Sistema Público de Cuidados “también tiene que poner al centro a quien cuida, porque si la persona cuidadora está bien, puede cuidar mejor”.
Otra voz conmovedora fue la de Martha Alicia Parra Pacheco, madre cuidadora y enfermera, quien explicó las dificultades diarias que enfrentan: “Un niño con síndrome de Down necesita terapia física y movilidad, pero esas terapias son de ocho de la mañana a una de la tarde. ¿A qué hora trabaja la mamá? ¿Quién cuida al niño? Somos invisibles para muchos”.
Parra Pacheco relató que incluso acceder al transporte público es una odisea: “El Metro no tiene rampas. Si no hay ayuda, la persona con silla de ruedas no sube. Y si es autismo, como no se ve, nadie cree que es discapacidad. Somos ignoradas por el sistema”.
Además, cuestionó la falta de apoyo económico real: “¿Con 3,200 pesos alcanza? ¿Para pañales, transporte, medicamentos? Si no tenemos trabajo, ¿cómo damos un trato digno a nuestras hijas e hijos?”.
Las madres cuidadoras solicitaron un reconocimiento formal a su labor, acceso a programas sociales y que la nueva Tarjeta del Bienestar llegue también a niñas y niños con discapacidad. “¿Por qué los abuelitos sí y nuestros hijos no?”, preguntó Parra. “Lo que pedimos es justicia, visibilidad y dignidad”.
El foro concluyó con un llamado claro: las cuidadoras no deben seguir siendo invisibles. El Estado y la sociedad deben voltear a verlas, escucharlas y actuar.
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