CIUDAD DE MÉXICO 11 DE JUNIO (CDMX MAGACIN).- La Comisión Permanente del Congreso exhortó a la secretaria de Cultura de la Ciudad de México, Ana Francis López Bayghen Patiño, que lleve a cabo, en el marco del Día Internacional de los Afrodescendientes.
Lo anterior, a celebrarse el 31 de agosto, una campaña de información sobre la relevancia cultural de esa población en la capital del país.
Los diputados aprobaron un punto de acuerdo presentado por la legisladora del Partido Verde, Rebeca Peralta quien señaló que la propuesta:
“Nace de la necesidad de promover un mayor reconocimiento y respeto al legado de quienes somos afrodescendientes o afromexicanos, tanto en cultura como en las grandes contribuciones en el desarrollo de las sociedades en todo el mundo”.
Expuso que “usualmente cuando se habla de la influencia de la cultura afrodescendiente en México se menciona a estados como Guerrero y Veracruz, lo cual puede parecer un poco lejano para las y los capitalinos”.
Agregó: “Pero tan solo en esta Ciudad de México somos alrededor de 900 mil personas afromexicanas y afrodescendientes viviendo en la capital del país”.
Por ello, dijo, es necesario conocer nuestra herencia para la Ciudad de México, pues solamente de esa forma podremos apropiarnos de la cultura y tradiciones, así como, reconocernos, respetarnos y valorarnos como la sociedad publicultural y multiracial.
“El papel destacado en la historia de la Ciudad de México, que hemos tenido quienes somos afros, se observó en 2023, ya que representábamos el 1.4 % de la población de nuestra capital”, puntualizó.
La diputada Rebeca Peralta refirió que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), mediante la resolución A/RES/75/170 del 16 de diciembre de 2020, decidió proclamar el 31 de agosto como “Día Internacional de los Afrodescendientes”
Lo anterior, con el propósito de promover un mayor reconocimiento y respeto a su legado, cultura y contribuciones para el desarrollo de las sociedades, así como, promover el respeto a sus derechos humanos y libertades fundamentales.
“Establecer y ahora conmemorar este día cobra relevancia, porque a pesar de las labores implementadas, millones de personas continúan siendo víctimas del racismo, la xenofobia y otras formas de intolerancia, incluidas sus manifestaciones contemporáneas, algunas de las cuales son violentas”, anotó.
La legisladora dijo que “hace unas semanas al presentar una propuesta de iniciativa al Congreso de la Unión, resalté que, aún en estos tiempos, en los que se han tenido grandes avances tanto en el reconocimiento como en la protección de los derechos humanos de las personas afrodescendientes, aún millones de nosotros continuamos siendo víctimas de racismo, discriminación y otras formas de intolerancia, que incluso pueden llegar a ser violentas”.
Comentó que las personas afrodescendientes jugaron un rol importante que, si bien fue invisibilizado por mucho tiempo, contribuyó en la construcción del Estado-Nación desde el virreinato, ya que, fueron parte de momentos históricos importantes que definieron el rumbo de nuestro país, como lo fue la lucha por la independencia.
Desde el siglo XVI, con su llegada forzada al continente americano, las y los afrodescendientes intercambiaron y mezclaron sus lenguas, costumbres, creencias y conocimientos tanto de cocina como de medicina tradicional. En un principio, la llegada de la población afrodescendiente fue en calidad de esclavos, con el tiempo algunos se convirtieron en capataces, arrieros, pescadores, vaqueros, y empezaron a realizar otro tipo de actividades laborales.
De esta manera se fueron asentando en algunas zonas del país como Veracruz, y con su estancia en el territorio fueron aportando aspectos culturales de los cuales algunos se preservan hoy en día, tales como: los carnavales del puerto; la música, como el son jarocho; los bailes; la comida; y los nombres de varios pueblos, como “Mandinga”, dijo.
“En urbes como la Ciudad de México, Puebla o Morelia las personas conocidas como “negras y mulatas” se integraron a los gremios de artesanos y trabajaron de herreros, pintores, arquitectos, albañiles o comerciantes, además colaboraron en los servicios domésticos como cocheros, lavanderas, cocineras o nodrizas”, anotó.