Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
El miércoles 9, las bancadas del PVEM y PT en el Congreso de la Ciudad de México organizaron una conferencia de prensa en el vestíbulo del recinto legislativo, lo que causó confusión y molestia en el partido Morena, porque consideraron que en realidad se trató de armar un bloque para ponerlos contra la pared y chantajearlos.
No es la primera ocasión en que lo hacen. El pasado 6 de marzo, los coordinadores del PVEM, Jesús Sesma, y del PT, Ernesto Villarreal se ausentaron de la sesión junto con otros diputados de sus bancadas, y ello empantanó una reforma que por su impacto Constitucional requería de al menos 44 votos, que no alcanzaron. A Morena “le crecieron los enanos”, como dice la frase popular.
Pero la del miércoles 9 dolió más entre los morenistas, quienes ahora consideran que hay un antes y un después de ese día, pues PVEM y PT aprovecharon la circunstancia de que sus votos otorgan la mayoría calificada de dos terceras partes, pero acaso se olvidaron que gracias a la alianza con Morena no sólo han garantizado su registro como partidos, sino también obtenido los grupos parlamentarios más grandes de su historia y por lo tanto mucho mayor financiamiento público.
Ese día, Sesma y Villarreal, acompañados por los integrantes de sus bancadas y también los concejales de las Alcaldías, anunciaron la firma de un acuerdo “para fortalecer el trabajo conjunto para la construcción y aplicación de una agenda legislativa común”.
En Morena consideraron que fue la conformación de un bloque en su contra. El PVEM y PT entendieron que se equivocaron. Por eso, en su boletín de prensa matizaron con el encabezado: “Ratifican PT y PVEM alianza con Morena”, destacando también su “apoyo” a Clara Brugada y a la presidenta Claudia Sheinbaum. El chantaje ya estaba hecho.
En Morena, una primera reflexión es sobre el PT: en 2015 compitió solo y ya había perdido su registro, pero los salvó el entonces secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong. En los comicios subsecuentes han estado pegados a Morena y gracias a ello crecieron como nunca, incluso abanderando candidatos que realmente son de Morena, como Mario Delgado en 2018.
El PVEM está más o menos en la misma circunstancia. A nivel federal, en 2024 logró la bancada más grande de su historia como tercera fuerza en el Congreso federal, así como en el de la Ciudad de México, donde tiene 7 diputados propios y 4 “prestados”, gracias a lo cual Sesma pudo ser presidente de la Junta de Coordinación Política y el tercer año de la actual Tercera Legislatura les va tocar presidir la Mesa Directiva.
Los reclamos de ese miércoles por parte de la coordinadora de Morena, Xóchitl Bravo fueron casi inmediatos. Hizo ver su molestia a los dos coordinadores. Sesma hasta le ofreció disculpas.
Pero entre muchos morenistas el enojo prevalece. Hacen reflexiones postelectorales del 2024 y advierten que casi en la totalidad los casos habrían ganado gubernaturas, senadurías, diputaciones federales y locales sin el PVEM ni el PT. No son indispensables, dicen.
El PRD en la CDMX puede ser una alternativa para Morena, sólo que dependen de sacar a “Los Chuchos” en definitiva, porque los ven como traidores al movimiento de López Obrador.
El PVEM y PT ya estiraron mucho la liga con Morena y estará en veremos si de aquí al 2027 se dan las condiciones políticas para preservar su alianza. Lo veremos.
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