CIUDAD DE MÉXICO, 23 de julio, (CDMX MAGACÍN).—Con el objetivo de prevenir la violencia y proteger la integridad de niños y adolescentes dentro del ámbito escolar, el Congreso CDMX aprobó una reforma a la Ley de Educación de la Ciudad de México en materia de acoso escolar a nombre del diputado del PRI Jhonatan Colmenares.
Acerca de lo anterior, la diputada de Morena Indalí Pardillo precisó que con esta modificación se reforman las fracciones XXXII y XXXVIII BIS, y se adiciona la fracción XXXVIII Ter al artículo 9 de la Ley de Educación de la Ciudad de México.
A su vez, la diputada Tania Nanette Larios comentó que para el PRI bullying y ciber acoso son temas relevantes; y que deben ser erradicados de los espacios escolares, para facilitar el aprendizaje de las y los menores, mejorar su convivencia y garantizar su integridad.
Expusieron que los casos de bullying siguen en aumento en todo el planeta y que seis de cada 10 niños sufren a diario algún tipo de acoso o ciberacoso. En el caso de la capital, según cifras del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia en lo que va de 2023 el acoso escolar se ha incrementado, ya que los casos crecieron 347 por ciento, en el periodo de enero a febrero de 2023, en comparación con el mismo lapso de 2022.
Por lo anterior, se busca implementar un violentómetro escolar, garantizar que al interior de los planteles escolares no se distribuyan ni consuman drogas y que no se porten armas de fuego o punzocortantes.
El dictamen aprobado establece que la violencia escolar es toda agresión realizada en el entorno de las instituciones educativas, la cual no se limita a la cometida entre estudiantes, ya que también involucra a otros actores como padres de familia, maestros, directivos y personal administrativo.
“La violencia o maltrato escolar puede presentarse en distintas formas y conductas: psicológico, emocional, físico, sexual, verbal, mediante tecnologías de la información y comunicación, patrimonial, principalmente”.
Agregaron: “Las conductas generadoras de violencia, de acuerdo con su tipo, pueden ocasionar repercusiones en mayor o menor grado en las niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia; en muchos de los casos, las conductas”.