Glorieta de Colón
Aunque formalmente en la fracción parlamentario del PVEM en el Congreso capitalino son 11 legisladores –cuatro son “prestados” de Morena y traen esa agenda–, sólo uno es el que figura: Jesús Sesma, el coordinador, quien a los de su partido no les da permiso ni de presentar iniciativas, ni hacer posicionamientos y solamente les deja subir a tribuna a presentar puntos de acuerdo, que él previamente palomea. Pero eso no es todo: se los agandalla con las prerrogativas. Nos afirman que se queda con aproximadamente 150 mil pesos mensuales por diputado, algo así como un millón de pesos, y no les da a cambio ni siquiera personal para que los apoye con temas de medios de comunicación. Así de gandalla.
Gualito lo retó
Y hablando de Sesma, en los días que se discutía la prohibición de las corridas de toros sin sangre amenazó con expulsar de la bancada al diputado Juan Rubio Gualito, –quien en realidad milita en Morena–, pues como líder sindical no podía votar contra la fiesta brava, por los miles de empleos que genera. No se le hizo a Gualito, no se atrevió Sesma a correrlo.
Invasiones, especialidad de la casa
Hay otra razón muy contundente por la que colonos de la colonia Nueva Santa María en Azcapotzalco se oponen a la construcción de un albergue para migrantes indocumentados ahí: temen que sea el comienzo de la invasión de casas que están desocupadas o habitan personas de la tercera edad y en la ancianidad, que corren el riesgo de ser despojadas. Su temor es fundado, pues la invasión de predios es la especialidad de la casa: la jefa de Gobierno, Clara Brugada así se hizo en la política. Su casa es producto de una invasión de predio en Iztapalapa, y por ello sólo pagó 339 pesos por esta. Y con eso de que la gente está obligada a declarar el uso de su casa, cuando su valor es superior a los 4.5 millones de pesos. En esa colonia prácticamente todos los inmuebles valen más que eso. Temor fundado.
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