Glorieta de Colón
Alejandro Lelo de Larrea
La jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum aprovechó que es viernes y se lanzó de virtual campaña presidencial. Esta vez le encargó la Ciudad al Secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, quien se tuvo que hacer cargo de la balacera en el aeropuerto capitalino.
Tocó el turno de ir a Chilpancingo, Guerrero. Sheinbaum aprovechó la toma de protesta de Evelyn Salgado como gobernadora oficial de la entidad, pues el poder tras el trono será Félix Salgado. Nada tiene qué hacer la jefa de Gobierno de la CDMX distrayéndose en esos eventos.
Sheinbaum se encontró por allá a otro que también anda en campaña hacia 2024, aunque su encargo de carácter federal le permite más holgura para moverse por el país: Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República.
Allá se encontraron, se saludaron, se dieron un abrazo los dos aspirantes, la oficial que tiene por jefe de campaña al presidente López Obrador y espera ser ungida por un dedazo disfrazado de encuesta “democrática”; y el otro que busca la candidatura a contracorriente del primer mandatario, algo que no le es extraño, pues ya logró imponerse en 1998 en Zacatecas a la voluntad presidencial, entonces de Ernesto Zedillo.
“Yo te busco”, se escuchó que le dijo Monreal a Sheinbaum después de que intercambiaron algunas frases sin contenido político. ¿Cuándo la llamará el zacatecano? No se sabe, pero es un hecho que hablarán del 2024.
“Voy a estar en la final con Claudia”, comentó Monreal después en una entrevista. Lo veremos.
«Inaugura» Cuevas y búnker vacío
Hasta ahora no hay razones para afirmar que la flamante alcaldesa de la Cuauhtémoc Sandra Cuevas no tiene buenas intenciones para esa Demarcación Territorial. Se sabe que trabaja desde las 5 de la mañana, lo que es bueno. Sin embargo, por ahí hay quienes al parecer no le están ayudando mucho que digamos.
El miércoles, a Cuevas se le ocurrió la puntada de inaugurar un supuesto búnker de seguridad en la Unidad Tlatelolco, que en realidad es un inmueble vacío. Ni sillas tiene, menos cámaras o policías.
En su comunicado oficial, se dijo que Cuevas “inauguró, en la Unidad Habitacional Tlatelolco secciones 1, 2 y 3, el Primer Bunker de Seguridad Ciudadana destinado a garantizar la seguridad de los habitantes de esta Unidad, así como para garantizar los servicios de Protección Civil que la zona demanda”.
Se estima que ahí viven unas 30 mil personas.
Siguió el comunicado: “En el evento ante colonos de Tlatelolco (Cuevas) informó que el Búnker de Seguridad Ciudadana ‘BSC12-1’ es el primero de muchos que tendrán las 33 colonias de la Alcaldía…”
“Inaugurar” o “instalar” un búnker, como lo llamaron, sería cuando ya estuviera dotado de policías, cámaras, pantallas, botones de pánico, todo conectado a la central policial. Lo que hizo Cuevas es presentar una promesa como si fuera un hecho consumado. Es engañar a la gente, para ser más precisos.
Además llamarlo búnker es un exceso. Palabra alemana, que recuerda a las fortalezas nazis de la Segunda Guerra Mundial, a prueba de bombas. Retomaron acaso el apelativo de la sede principal de la Fiscalía de Justicia de la CDMX, a la cual llaman “búnker”, pero también está muy lejos de parecerlo y menos de serlo.
De pasadita, no estaría mal que la Alcaldía pudiera rehabilitar los 6 módulos de vigilancia que fueron construidos con el conjunto urbano, que son conocidos por los habitantes de la Unidad como “las hamburguesas”, por la forma que asemejan los inmuebles.
Ahora habrá que esperar si en 2022 la Alcaldía Cuauhtémoc cuenta con presupuesto para verdaderamente instalar esos “búnkers”, y que no todo vaya a quedarse como una mera promesa, no de campaña, sino ya de gobernante en turno.
Cempasúchil: flor mexicana, semilla gringa
Arrancó la temporada de venta anual de flor de Cempasúchil en Xochimilco, a dos semanas del Día de Muertos.
La pandemia no los detuvo. Más que duplicaron la producción respecto de 2020, cuando lograron un millón 200 mil plantas. Ahora venderán más de 2 millones 800 mil plantas, lo que dejará una derrama económica de unos 100 millones de pesos para habitantes de esa Demarcación Territorial.
En la zona chinampera de San Luis Tlaxialtemalco está una de las producciones más importantes, la cual pudimos visitar. Invernaderos bellos, impresionantes.
La mala noticia es que los ejidatarios que cultivan cuentan que, a pesar de ser mexicana la flor, tienen que comprar las semillas a una empresa de los Estados Unidos. Sólo ellos la venden. Al parecer hasta la patentaron como suya. Cada bolsa con unas mil semillas que germinan en igual número de plantas de unas 8 flores cada una cuesta unos 800 pesos.
Es una tarea que tiene el Alcalde de Xochimilco, José Carlos Acosta, quien ha sido fuerte promotor de esta actividad económica en la región, con mayor acento para más que duplicar la producción en un año.