Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
La línea que faltaba, que esperaban los diputados de la transformación: la de la presidenta Claudia Sheinbaum. Y va en el sentido de que en el Congreso de la Ciudad de México se apruebe la iniciativa ciudadana preferente que propone la prohibición de las corridas de toros, en que el astado termina muerto por una estocada.
Esto dará paso a una transición progresiva, con tiempo suficiente para que la industria taurina se reconvierta en una fiesta brava sin sangre, pues deberán preservar la mayor cantidad de empleos posibles de los 80 mil que genera de manera directa toda esta actividad cultural-económica, tan solo en la capital del país.
—¿Está de acuerdo que se prohíba la tauromaquia en la Ciudad de México? —fue la pregunta concreta a la presidenta, en su mañanera de este miércoles.
—Es esto de si se prohíbe o se busca un esquema en donde no se maltrate a los animales, y se permita mantener la crianza del toro, una actividad productiva de la que dependen muchísimas personas. Se pueden combinar ambas.
El 25 de febrero pasado, en este espacio, bajo el título “Corridas de toros sin sangre, la salida”, planteé lo que este miércoles dijo la mandataria, que la fiesta brava fuera como en otros países, sea Portugal, Las Vegas (EU), en que no se mata al toro.
“Hay esquemas en otros lugares del mundo, que creo que está considerando el Gobierno de la Ciudad, junto con organizaciones de protección de animales, incluso de los taurinos, donde no se maltrate al toro, de tal manera que sea una actividad cultural; que no haya muerte y daño en las corridas… Está en la Constitución la prohibición de maltrato a los animales. Sé que hay una cultura taurina muy importante en nuestro país, pero creo que también es tiempo de hacer revisión de esto”. Eso dijo Sheinbaum.
¿Qué viene ahora en el proceso legislativo de esta iniciativa preferente? Este viernes se abrirá la discusión en la Comisión de Puntos Constitucionales e Iniciativas Ciudadanas, y como seguramente los legisladores de Morena entendieron bien la línea presidencial, van a aprobar que se ponga en la CDMX fin a la fiesta brava como la conocemos.
El punto más complejo será en los artículos transitorios, porque de ello dependerá lo que ocurra con la industria, con los empresarios, con las miles de familias que viven de esta actividad. Incluso también el futuro de esta especie bovina.
En ningún punto de esta iniciativa ciudadana se establece la posibilidad de que en este momento se autorizarán las corridas de toros sin sangre, pues ello tendría que ser motivo de otra reforma.
Sin embargo, esto podría aprobarse pronto, y tendrá que ir acorde con los tiempos que se establezcan en los artículos transitorios para hacer el cambio en la fiesta brava. Le podrían dar a la industria entre seis meses y un año para, por ejemplo, ir acostumbrando al público a que no se sacrifica al toro. Que en las corridas comiencen a dividir el cartel: matan a la mitad, luego a uno de cuatro y al final sin sangre.
Con esta línea presidencial, no debería haber mayor contratiempo para que entre el viernes y máximo el lunes se apruebe en comisiones la prohibición de las corridas de toros, y ya el martes en el Pleno Cameral. La fiesta brava sin sangre, será cosa del futuro, que por cierto se prevé no será lejano. Lo veremos.
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