Una buena y una mala para Rubalcava

Glorieta de Colón

Una buena y una mala para Adrián Rubalcava. La buena: está previsto que por fin asuma el cargo de director general del Metro el próximo 1 de abril, en sustitución de Guillermo Calderón. La mala: lo van a dejar sin margen de maniobra para direccionar los recursos del Metro, pues se calcula que el avance del presupuesto comprometido al 31 de marzo podría alcanzar el 60% de todos los recursos que tiene el Sistema de Transporte Colectivo este año. Rubalcava enfrenta otro problema: la interminable “modernización” de la Línea 1 del Metro, que lleva un año 8 meses de retraso y no se ve para cuándo. La empresa china contratada no asume su responsabilidad y culpa a los proveedores mexicanos de la tardanza. La salida planteada es que Calderón permanezca en el Metro como “asesor” responsable de la Línea 1 hasta concluirla en la estación Observatorio, y que Rubalcava asuma el cargo. Aquí el reto es que demuestre desde el primer día que no formará parte de los viejos esquemas de ineficiencia y corrupción que hay en el Metro. ¿O sí?

Sesma, sombrero ajeno

El que anda como pavorreal por la prohibición de las corridas de toros (con sangre) en la capital del país es el coordinador del PVEM en el Congreso de la Ciudad de México, Jesús Sesma, como si de él fuera todo el mérito. La realidad es que esta reforma que evita maltrato animal se logró fundamentalmente por la iniciativa que firmaron 27 mil activistas contra la tauromaquia, y quien dio el sí fue la presidenta Claudia Sheinbaum. Así que no se ande vistiendo con sombrero ajeno.

¿Qué animales están protegidos?

A propósito del debate taurino, entre legisladores y sus asesores surgió una pregunta-reflexión sobre el texto constitucional que establece que los animales son “seres sintientes” y “el Estado debe proteger y garantizar su bienestar”. Cierto, la ciencia reconoce la “consciencia animal de sí mismos y el mundo que les rodea”. Lo que falta es que nos hagan la lista de animales que sí deben protegerse y cuáles no, como por ejemplo la llamada “fauna nociva.”

FOTO: Especial